Y cuando el holocausto estuvo terminado, Jehú ordenó a la escolta y a los oficiales: '¡Entrad, matadlos! Que no escape ni uno'. Y los pasaron a espada, y llegaron hasta el lugar más santo del templo de Baal.
2 Crónicas 23:14 - Biblia Martin Nieto Pero el sacerdote Yehoyadá ordenó a los jefes de centuria que mandaban la fuerza: 'Sacadla de las filas, y matad al que la siga'. El sacerdote había dicho: 'No la matéis en el templo del Señor'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero el sacerdote Joiada mandó que salieran los jefes de centenas del ejército, y les dijo: Sacadla fuera del recinto, y al que la siguiere, matadlo a filo de espada; porque el sacerdote había mandado que no la matasen en la casa de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Después el sacerdote Joiada ordenó a los comandantes que estaban a cargo de las tropas: «Llévensela a los soldados que están de guardia frente al templo, y maten a cualquiera que intente rescatarla». Pues el sacerdote había dicho: «No deben matarla dentro del templo del Señor». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero el sacerdote Joyadá dio la siguiente orden a los jefes de cien que estaban al frente de las tropas: 'Háganla salir de las filas, y el que la siga sea pasado por espada. Porque había dicho el sacerdote: 'No la maten en la Casa de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el sacerdote Joiada hizo salir a los capitanes de centenas que mandaban la tropa, y les dijo: ¡Dejadla pasar entre las filas, y cualquiera que la siga, que sea muerto a espada! Pues el sacerdote había advertido: No la matéis en la Casa de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el sacerdote Joadá ordenó a los jefes de centuria que estaban al mando de las tropas: 'Sacadla fuera del templo, por entre las filas, y al que la siga, matadlo a espada'; pues el sacerdote había dicho: '¡No la matéis en el templo de Yahveh!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el sacerdote Joiada sacó a los capitanes de cientos que estaban al mando del ejército, y les dijo: Sacadla fuera del recinto; y el que la siguiere, que muera a filo de espada. Porque el sacerdote había mandado que no la matasen en la casa de Jehová. |
Y cuando el holocausto estuvo terminado, Jehú ordenó a la escolta y a los oficiales: '¡Entrad, matadlos! Que no escape ni uno'. Y los pasaron a espada, y llegaron hasta el lugar más santo del templo de Baal.
Pero el sacerdote Yehoyadá ordenó a los jefes de centuria, que mandaban la fuerza: '¡Sacadla de las filas y matad al que la siga!'. Porque el sacerdote había dicho: 'Que no la maten en el templo del Señor'.
acordonaréis al rey con las armas en la mano, y al que intente penetrar en las filas lo matáis. Acompañaréis al rey a todas partes'.
Al ver al rey, que estaba de pie sobre el estrado, a la entrada, y a los cantores y trompeteros junto a él con toda la gente del país jubilosa y tocando las trompetas mientras los cantores con los instrumentos músicos entonaban cantos de alabanza, se rasgó las vestiduras y gritó: '¡Traición, traición!'.
La echaron y, al pasar por la puerta de las caballerizas en el palacio real, la mataron.
Si un hombre se irrita contra su prójimo y lo mata con premeditación, será arrancado incluso de mi altar para hacerlo morir.
Después les dijo: 'Profanad el templo y llenad de muertos los atrios. Y ahora salid'. Salieron y comenzaron a herir por la ciudad.