Piensa ahora que el Señor te ha elegido para que le construyas una casa como santuario. ¡Animo y manos a la obra!'.
2 Crónicas 19:6 - Biblia Martin Nieto y les dijo: 'Mirad lo que hacéis, pues no juzgáis en lugar de los hombres sino en nombre del Señor, que está presente cuando vosotros sentenciáis. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el cual está con vosotros cuando juzgáis. Biblia Nueva Traducción Viviente y les dijo: «Piensen siempre con cuidado antes de pronunciar juicio. Recuerden que no juzgan para agradar a la gente, sino para agradar al Señor. Él estará con ustedes cuando entreguen el veredicto para cada caso. Biblia Católica (Latinoamericana) y les dijo a los jueces: 'Miren bien lo que hacen, porque ustedes no juzgan en nombre de los hombres, sino en nombre de Yavé, que está con ustedes cuando administran justicia. La Biblia Textual 3a Edicion y advirtió a los jueces: Mirad lo que hacéis, porque no juzgáis con autoridad de hombres, sino con la de YHVH, que estará con vosotros cuando pronunciéis sentencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y dijo a los jueces: 'Mirad lo que hacéis, pues no administráis justicia por encargo de los hombres, sino en nombre de Yahveh, que está con vosotros cuando pronunciáis una sentencia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el cual está con vosotros cuando juzgáis. |
Piensa ahora que el Señor te ha elegido para que le construyas una casa como santuario. ¡Animo y manos a la obra!'.
El interés del país está antes que todo; y el rey debe estar al servicio del campo.
No haréis injusticias en los juicios; ni beneficiarás al débil ni favorecerás al poderoso: juzgarás con justicia a tu prójimo.
Y prosiguió: 'Guardaos bien de toda avaricia; que, aunque uno esté en la abundancia, no tiene asegurada la vida con sus riquezas'.
Él contestó: 'Mirad que no os engañen, porque vendrán muchos en mi nombre diciendo: 'Yo soy el mesías' y 'El tiempo ha llegado'. No los sigáis.
Al oír esto, el oficial salió a comunicárselo al comandante: '¿Qué vas a hacer? Este hombre es romano'.
No tengáis en cuenta en vuestros juicios la apariencia de la persona; oíd a los pequeños lo mismo que a los grandes sin temor a nadie, pues el juicio pertenece a Dios. Y si os encontráis con alguna causa difícil, traedla a mí para que yo la resuelva.
Pero poned sumo empeño en cumplir los mandamientos y la ley que os mandó Moisés, siervo del Señor, en amar al Señor, vuestro Dios, seguir sus caminos, observar sus mandamientos, permanecer unidos a él y en servirlo con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma'.