y dejaron ciegos a los hombres que estaban ante la puerta, desde el más joven hasta el más anciano, de tal modo que no pudieron encontrar la puerta.
2 Crónicas 18:30 - Biblia Martin Nieto El rey de Siria había dado esta orden a los jefes de sus carros: 'No ataquéis a ninguno, sea oficial o soldado raso, sino solamente al rey de Israel'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Había el rey de Siria mandado a los capitanes de los carros que tenía consigo, diciendo: No peleéis con chico ni con grande, sino sólo con el rey de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente A su vez, el rey de Aram había dado las siguientes órdenes a sus comandantes de carros de guerra: «Ataquen solamente al rey de Israel. ¡No pierdan tiempo con nadie más!». Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora bien, el rey de Aram había ordenado a los jefes de sus carros de guerra: 'No ataquen a nadie, ni a los grandes ni a los chicos, tan sólo al rey de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el rey de Siria había ordenado a los capitanes de sus carros diciendo: No luchéis contra pequeño ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por su parte, el rey de Aram había dado esta orden a los jefes de sus carros: 'No ataquéis a ninguno, ni chico ni grande, sino sólo al rey de Israel'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey de Siria había mandado a los capitanes de los carros que tenía consigo, diciendo: No peleéis contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel. |
y dejaron ciegos a los hombres que estaban ante la puerta, desde el más joven hasta el más anciano, de tal modo que no pudieron encontrar la puerta.
Y dijo al rey: 'Por haber dejado escapar al hombre que yo había consagrado al exterminio, tu vida responderá por la suya y tu pueblo por su pueblo'.
Mas el rey de Siria había dado estas órdenes a los treinta y dos jefes de sus carros: 'No ataquéis a ninguno, sea oficial o soldado raso, sino únicamente al rey de Israel'.
Todo el que no buscara al Señor, Dios de Israel, sin distinguir entre grandes o pequeños, hombres o mujeres, sería condenado a muerte.
El rey de Israel dijo a Josafat: 'Yo iré disfrazado a la batalla, pero tú irás con tu vestidura real'. Y el rey de Israel se disfrazó y entró en batalla.
Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, se dijeron: 'Este es el rey de Israel'. Fueron contra él y lo atacaron. Josafat entonces lanzó un grito, y el Señor le ayudó y los apartó de él.
No tengáis en cuenta en vuestros juicios la apariencia de la persona; oíd a los pequeños lo mismo que a los grandes sin temor a nadie, pues el juicio pertenece a Dios. Y si os encontráis con alguna causa difícil, traedla a mí para que yo la resuelva.