Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




2 Crónicas 18:15 - Biblia Martin Nieto

El rey le dijo: '¿Cuántas veces voy a decir que no me digas más que la verdad en nombre del Señor?'.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

El rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces te conjuraré por el nombre de Jehová que no me hables sino la verdad?

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero el rey le respondió con dureza: —¿Cuántas veces tengo que exigirte que solo me digas la verdad cuando hables de parte del Señor?

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero el rey le dijo: '¿Cuántas veces he de rogarte que no me digas más que la verdad en nombre de Yavé?'

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero el rey le dijo: ¿Cuántas veces he de hacerte jurar que no me digas sino la verdad en nombre de YHVH?

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero el rey le dijo: '¿Cuántas veces he de conjurarte a que no me digas más que la verdad en nombre de Yahveh?'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces te conjuraré por el nombre de Jehová que no me hables sino la verdad?

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



2 Crónicas 18:15
7 Tagairtí Cros  

El rey le dijo: '¿Cuántas veces te voy a decir que no digas más que la verdad en nombre del Señor?'. Miqueas contestó:


Se presentó al rey, y el rey le dijo: 'Miqueas, ¿debemos atacar a Ramot de Galaad o no?'. Él respondió: 'Atacadla y triunfaréis, pues el Señor la pondrá en vuestras manos'.


Miqueas contestó: 'He visto a todo Israel disperso por los montes como rebaño sin pastor. El Señor decía: Éstos no tienen dueño; que cada uno vuelva en paz a su casa'.


Pero Jesús permaneció callado. El sumo sacerdote le dijo: '¡Te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el mesías, el hijo de Dios!'.


y empezó a gritar: 'Déjame en paz, Jesús, hijo del Dios altísimo. ¡Te conjuro por Dios que no me atormentes!'.


Algunos exorcistas judíos ambulantes intentaron también invocar el nombre de Jesús, el Señor, sobre los que estaban poseídos por espíritus malignos, diciendo: 'Os conjuro por Jesús, a quien Pablo predica'.


Los israelitas estaban agotados. Entonces Saúl hizo prestar al pueblo este juramento: 'Maldito el hombre que tome alimento antes de la tarde, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos'. Y nadie comió nada.