En su ancianidad ellas le desviaron el corazón hacia dioses extranjeros, de modo que su corazón no fue enteramente del Señor como lo fue el corazón de su padre David.
2 Crónicas 15:17 - Biblia Martin Nieto En cambio, no se quitaron las colinas, aunque Asá fue siempre fiel al Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Con todo esto, los lugares altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días. Biblia Nueva Traducción Viviente Aunque no se quitaron los santuarios paganos de Israel, el corazón de Asa se mantuvo totalmente fiel durante toda su vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero no desaparecieron los santuarios altos de en medio de Israel, aun cuando el corazón de Asá fue perfecto todos los días de su vida. La Biblia Textual 3a Edicion Sin embargo, los lugares altos° no fueron quitados de Israel, aunque el corazón de Asa se mantuvo íntegro todos sus días. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No obstante, no fueron removidos los lugares altos en Israel, aunque el corazón de Asá fue perfecto durante toda su vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas con todo eso los lugares altos no fueron quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días. |
En su ancianidad ellas le desviaron el corazón hacia dioses extranjeros, de modo que su corazón no fue enteramente del Señor como lo fue el corazón de su padre David.
Siguió en todo la conducta de su padre, Asá, y no se apartó un punto de ella, haciendo lo que es recto a los ojos del Señor.
Y Joás hizo lo que es justo a los ojos del Señor todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Yehoyadá.
No obstante, no desaparecieron las colinas, de modo que el pueblo ofrecía todavía sacrificios y quemaba incienso en ellas.
El rey Asá quitó la dignidad de reina a su madre Maacá, porque había hecho una imagen de Aserá; Asá destruyó la imagen y la quemó en el torrente Cedrón.
Llevó al templo todas las ofrendas que él y su padre habían hecho al Señor: oro, plata y objetos varios.
Siguió con orgullo los caminos del Señor, y quitó de nuevo de Judá las colinas y las imágenes de Aserá.
Siguió el camino de Asá, su padre, sin extraviarse, e hizo lo que es justo a los ojos del Señor.
Sin embargo, las colinas no desaparecieron, y el pueblo continuó sin orientar su corazón hacia el Señor, el Dios de sus padres.
Ofreció sacrificios y quemó ofrendas en los altozanos, en las colinas y bajo cualquier árbol frondoso.
Pero el pueblo continuaba ofreciendo sacrificios en las colinas, aunque sólo al Señor, su Dios.