Puso su confianza en el Señor, Dios de Israel; ni antes ni después hubo un rey como él en Judá.
2 Crónicas 13:18 - Biblia Martin Nieto Los de Israel quedaron humillados, mientras que los de Judá cobraron nuevas fuerzas, porque se habían apoyado en el Señor, Dios de sus padres. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así fueron humillados los hijos de Israel en aquel tiempo, y los hijos de Judá prevalecieron, porque se apoyaban en Jehová el Dios de sus padres. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Judá venció a Israel en esa ocasión porque confió en el Señor, Dios de sus antepasados. Biblia Católica (Latinoamericana) Quedaron entonces humillados los hijos de Israel y prevalecieron los hijos de Judá por haberse apoyado en Yavé, el Dios de sus padres. La Biblia Textual 3a Edicion Así fueron humillados los hijos de Israel en aquel tiempo, mientras que los hijos de Judá prevalecieron porque se habían apoyado en YHVH, el Dios de sus padres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así fueron humillados los israelitas en aquella ocasión, mientras que los hijos de Judá prevalecieron, porque se habían apoyado en Yahveh, Dios de sus padres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así fueron humillados los hijos de Israel en aquel tiempo, y los hijos de Judá prevalecieron porque se apoyaron en Jehová, el Dios de sus padres. |
Puso su confianza en el Señor, Dios de Israel; ni antes ni después hubo un rey como él en Judá.
Dios vino en su ayuda contra aquéllos, y los agareos y todos sus aliados cayeron en sus manos, pues en medio del combate invocaron el nombre de Dios, que escuchó su clamor por haber puesto en él su confianza.
Abías y los suyos les causaron una gran derrota, en la que cayeron 500.000 hombres de Israel.
Abías persiguió a Jeroboán y le tomó varias ciudades: Betel, Yesaná y Efrón con sus respectivas aldeas.
Asá invocó al Señor, su Dios: 'Señor, solamente tú puedes acudir en auxilio del débil frente al poderoso. Ven en nuestro auxilio, Señor, Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre venimos a enfrentarnos con esta horda. Señor, tú eres nuestro Dios; no permitas que el hombre prevalezca contra ti'.
Se levantaron de madrugada y salieron hacia el desierto de Técoa. Cuando salían, Josafat se adelantó y dijo: 'Escuchadme, habitantes de Judá y de Jerusalén. Tened confianza en el Señor, Dios nuestro, y estaréis seguros; tened fe en sus profetas, y triunfaréis'.
Dichoso el que tiene su ayuda en el Dios de Jacob, y su esperanza en el Señor, su Dios,
en ti espero, Dios mío, no quede defraudado; que no triunfen de mí mis enemigos.
Tú has ejecutado sentencias justas en todos los males que nos has mandado a nosotros y a la ciudad santa de nuestros padres, Jerusalén; pues tú nos has tratado así conforme a la verdad y la justicia, a causa de nuestros pecados.
El Señor es bueno, un refugio en el día de la angustia; él cuida de los que a él se acogen
a fin de que nosotros, los que antes habíamos esperado en Cristo, seamos alabanza de su gloria;