Traemos con nosotros a Dios a la cabeza; darán con las trompetas el toque de guerra contra vosotros. ¡Israelitas, no luchéis contra el Señor, el Dios de vuestros padres, pues no os saldrá bien!'.
2 Crónicas 13:17 - Biblia Martin Nieto Abías y los suyos les causaron una gran derrota, en la que cayeron 500.000 hombres de Israel. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Abías y su gente hicieron en ellos una gran matanza, y cayeron heridos de Israel quinientos mil hombres escogidos. Biblia Nueva Traducción Viviente Abías y su ejército les causaron grandes pérdidas; ese día murieron quinientos mil soldados selectos de Israel. Biblia Católica (Latinoamericana) Abías y su tropa les causaron una gran derrota; cayeron quinientos mil hombres escogidos de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Y Abías y su pueblo hicieron una gran matanza entre ellos, y cayeron° en combate quinientos mil hombres escogidos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así, Abías y su gente les inflingieron una gran derrota, de suerte que cayeron muertos de Israel quinientos mil hombres escogidos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Abías y su gente los hirieron con gran mortandad; y cayeron heridos de Israel quinientos mil hombres escogidos. |
Traemos con nosotros a Dios a la cabeza; darán con las trompetas el toque de guerra contra vosotros. ¡Israelitas, no luchéis contra el Señor, el Dios de vuestros padres, pues no os saldrá bien!'.
El ejército de Israel se dio a la fuga ante los hombres de Judá. Dios los entregó en sus manos.
Los de Israel quedaron humillados, mientras que los de Judá cobraron nuevas fuerzas, porque se habían apoyado en el Señor, Dios de sus padres.
Abías atacó con un ejército de 400.000 hombres valerosos, y Jeroboán opuso un frente de 800.000 soldados, también valerosos.
Pécaj, hijo de Romelía, mató en un solo día ciento veinte mil hombres de Judá, guerreros valerosos; todo porque habían abandonado al Señor, el Dios de sus padres.
Aquella misma noche el ángel del Señor salió e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres. Por la mañana, al despertar, no se veía más que cadáveres.
Los montes tiemblan ante él y las colinas se estremecen; ante él se disuelve la tierra, el mundo y los que en él habitan.
¿O queremos provocar celos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?