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2 Crónicas 12:1 - Biblia Martin Nieto

Cuando Roboán se consolidó en el reino y se sintió fuerte, abandonó la ley del Señor, y con él todo Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de Jehová, y todo Israel con él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Roboam estaba fuerte y firmemente establecido, abandonó la ley del Señor y todo Israel lo siguió en este pecado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando Roboam se sintió firme y fuerte en su reino, abandonó la Ley de Yavé y con él todo Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero aconteció que cuando el reino de Roboam se había consolidado, y él se había fortalecido, abandonó la Ley de YHVH, y todo Israel con él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando Roboán consolidó su reino y se hizo fuerte, abandonó la ley de Yahveh, y con él todo Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y sucedió que cuando Roboam se fortaleció y afirmó el reino, dejó la ley de Jehová, y con él todo Israel.

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2 Crónicas 12:1
22 Tagairtí Cros  

Roboán siguió reinando sobre los israelitas domiciliados en las ciudades de Judá.


Roboán, hijo de Salomón, reinó en Judá. Tenía cuarenta y un años cuando subió al trono, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad elegida por el Señor entre todas las tribus de Israel para morada de su nombre. Su madre se llamaba Naamá, la amonita.


y les responderán: Porque abandonaron al Señor, su Dios, que había sacado a sus padres de Egipto, y se fueron a servir y a dar culto a dioses ajenos; por eso ha traído sobre ellos tantos males'.


Tampoco Judá observó los mandatos del Señor, su Dios, sino que siguió las costumbres de Israel.


De esta manera consolidaron el reino de Judá y reforzaron a Roboán, hijo de Salomón, los tres años que éste siguió el camino de David y Salomón.


Tuvo la sagacidad de repartir a sus hijos por todos los territorios de Judá y de Benjamín y las ciudades fortificadas, les dio abundancia de provisiones y les procuró muchas mujeres.


'Di a Roboán, hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los israelitas de Judá y Benjamín:


Roboán se reafirmó en Jerusalén y continuó su reinado. Tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad elegida por el Señor entre todas las tribus de Israel para morada de su nombre. Su madre se llamaba Naamá, la amonita.


Abandonaron el templo del Señor, Dios de sus padres, y dieron culto a imágenes de Aserá y a otros ídolos. Esto provocó la cólera divina, que cayó sobre Judá y Jerusalén.


¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de crímenes, ralea de malvados, hijos perversos! Han abandonado al Señor, han despreciado al Santo de Israel, le han vuelto la espalda.


¡Qué generación la vuestra! Ved lo que dice el Señor: ¿He sido yo un desierto para Israel o una tierra tenebrosa? Pues, ¿por qué dice mi pueblo: 'Nosotros nos vamos, no volveremos más a ti'?


Cuando Efraín hablaba, infundía terror en Israel; pero luego se hizo culpable con Baal, y pereció.


Has observado las leyes de Omrí, las prácticas de la casa de Ajab, te has portado como ellos. Yo haré de ti un ejemplo de terror, y de tus habitantes un objeto de burla. ¡Vosotros sufriréis el oprobio de los pueblos!'.


Engordó Jesurún y tiró coces -estabas gordo y corpulento-; / volvió las espaldas a Dios, / su creador, / y despreció la roca de su salvación.


Te olvidaste de la roca / que te engendró, / ya no te acuerdas del Dios que te dio a luz.


En todas sus expediciones, la mano del Señor pesaba sobre ellos para hacerles mal, como el mismo Señor se lo había dicho y jurado.