Ajisar era mayordomo del palacio, y Adonirán, hijo de Abdá, el prefecto de las prestaciones personales.
2 Crónicas 10:18 - Biblia Martin Nieto El rey Roboán envió a Adorán, intendente de prestaciones personales; pero los israelitas lo mataron a pedradas. El rey Roboán tuvo que apresurarse a subir a su carro y huir a Jerusalén. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Envió luego el rey Roboam a Adoram, que tenía cargo de los tributos; pero le apedrearon los hijos de Israel, y murió. Entonces se apresuró el rey Roboam, y subiendo en su carro huyó a Jerusalén. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego el rey Roboam envió a Adoniram, quien estaba a cargo del trabajo forzado, a restaurar el orden, pero el pueblo de Israel lo apedreó a muerte. Cuando el rey Roboam se enteró, enseguida subió a su carro de guerra y huyó a Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey Roboam envió a Adoram, que estaba al frente de los trabajos del rey, pero los hijos de Israel lo mataron a pedradas y murió. La Biblia Textual 3a Edicion Después el rey Roboam envió a Adoram,° que estaba a cargo del tributo laboral, pero los hijos de Israel lo lapidaron, y murió; y el mismo rey Roboam se tuvo que apresurar a subir en su carro para huir a Jerusalem. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Envió entonces el rey Roboán a Adonirán, supervisor de las levas, pero todo Israel lo lapidó hasta causarle la muerte. Incluso el rey Roboán tuvo que apresurarse a subir al carro para huir a Jerusalén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Envió luego el rey Roboam a Adoram, que tenía cargo de los tributos; pero le apedrearon los hijos de Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró para subir a un carro y huir a Jerusalén. |
Ajisar era mayordomo del palacio, y Adonirán, hijo de Abdá, el prefecto de las prestaciones personales.
Por eso venían de todos los pueblos a escuchar su sabiduría, y de parte de todos los reyes de la tierra que habían tenido noticia de su sabiduría.
Y Roboán siguió reinando sobre los israelitas domiciliados en las ciudades de Judá.
Se conjuraron contra él y, por orden del rey, lo apedrearon en el atrio del templo del Señor.