Voy a bajar a liberarlo de la mano de los egipcios, sacarlo de aquella tierra y llevarlo a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, a la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del fereceo, del heveo y del jebuseo.
1 Samuel 14:25 - Biblia Martin Nieto Todo el pueblo llegó al bosque, donde había mucha miel en el suelo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y todo el pueblo llegó a un bosque, donde había miel en la superficie del campo. Biblia Nueva Traducción Viviente aun cuando en el suelo del bosque todos habían encontrado panales de miel. Biblia Católica (Latinoamericana) Había miel en ese lugar. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo el pueblo llegó a un bosque donde había miel sobre la superficie del suelo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llegó entonces todo el ejército a un bosque donde había miel por el suelo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todo el pueblo llegó a un bosque donde había miel en la superficie del campo. |
Voy a bajar a liberarlo de la mano de los egipcios, sacarlo de aquella tierra y llevarlo a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, a la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del fereceo, del heveo y del jebuseo.
¿Has encontrado miel? Come sólo lo necesario; no sea que, harto, la vomites.
Ésta fue la información: 'Fuimos a la tierra a la que nos enviasteis. En verdad mana leche y miel; ved sus frutos.
no sea que digan en la tierra de la que nos has sacado: El Señor no ha sido capaz de llevarlos hasta la tierra que les había prometido. Los ha hecho salir de aquí por odio, para hacerles morir en el desierto.
Sacó el panal con la mano y se fue comiendo la miel por el camino. Cuando alcanzó a sus padres, les dio y comieron; pero no les dijo que lo había cogido de la osamenta del león.
Los israelitas estaban agotados. Entonces Saúl hizo prestar al pueblo este juramento: 'Maldito el hombre que tome alimento antes de la tarde, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos'. Y nadie comió nada.
El pueblo entró en el bosque y vio la miel que corría por el suelo, pero nadie llevó la mano a su boca, porque temían el juramento que habían hecho.