Los discípulos de los profetas de Jericó lo vieron desde el otro lado, y exclamaron: 'El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo'. Le salieron al encuentro y se prosternaron ante él rostro en tierra.
1 Reyes 20:35 - Biblia Martin Nieto Un discípulo de los profetas dijo de parte del Señor a un compañero suyo: 'Pégame'. Y como no quiso hacerlo, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces un varón de los hijos de los profetas dijo a su compañero por palabra de Dios: Hiéreme ahora. Mas el otro no quiso herirle. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, el Señor le ordenó a un miembro del grupo de profetas que le dijera a otro: «¡Golpéame!»; pero el hombre se negó a golpearlo. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese mismo momento un hermano profeta decía a su compañero por orden de Yavé: '¡Pégame!' Pero el otro no quiso pegarle. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces cierto varón de los hijos de los profetas dijo a su compañero, por la palabra de YHVH: ¡Golpéame ahora! Pero el hombre rehusó golpearle. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Uno de los hijos de los profetas dijo a su compañero por orden de Yahveh: '¡Hiéreme, por favor!'. Pero él se negó a herirle. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces un varón de los hijos de los profetas dijo a su compañero por palabra de Dios: Hiéreme ahora. Mas el otro varón no quiso herirle. |
Los discípulos de los profetas de Jericó lo vieron desde el otro lado, y exclamaron: 'El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo'. Le salieron al encuentro y se prosternaron ante él rostro en tierra.
Una mujer, esposa de un discípulo de los profetas, fue a lamentarse a Eliseo: 'Mi marido ha muerto. Tú bien sabes que tu siervo era temeroso del Señor. Pues bien, el acreedor ha venido a llevarse mis dos hijos como esclavos'.
Eliseo regresó a Guilgal. En el país había carestía. Y estando un día con él los discípulos de los profetas, dijo a su siervo: 'Pon la olla grande y cuece unas viandas para los discípulos de los profetas'.
Ved: yo y los hijos que el Señor me ha dado señales somos y presagios en Israel de parte del Señor omnipotente, que mora en el monte Sión.
Toma en seguida una sartén de hierro y colócala como muro de hierro entre ti y la ciudad. Fija en ella tus ojos; va a ser asediada y tú pondrás el cerco. Sea esto una señal para la casa de Israel.
Entonces Amós dijo a Amasías: 'Yo no soy profeta ni hijo de profeta; yo soy boyero y descortezador de sicómoros.
Luego dijo a sus discípulos: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Ved, pues, lo que os decimos como palabra del Señor: nosotros, los vivos, los que estamos todavía en tiempo de la venida del Señor, no precederemos a los que murieron.
Uno de ellos dijo: '¿Y quién es su padre?'. Por eso quedó como proverbio: 'También Saúl anda entre los profetas'.