Jacob rasgó sus vestiduras, se puso un saco a la cintura y guardó luto por su hijo durante muchos días.
1 Reyes 20:31 - Biblia Martin Nieto Sus súbditos le dijeron: 'Mira, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes clementes; deja que nos pongamos sayales en los lomos y sogas al cuello y salgamos ante el rey de Israel. ¡Quién sabe si nos perdonará la vida!'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído de los reyes de la casa de Israel, que son reyes clementes; pongamos, pues, ahora cilicio en nuestros lomos, y sogas en nuestros cuellos, y salgamos al rey de Israel, a ver si por ventura te salva la vida. Biblia Nueva Traducción Viviente Los oficiales de Ben-adad le dijeron: «Hemos oído, señor, que los reyes de Israel son compasivos. Entonces pongámonos tela áspera alrededor de la cintura y sogas en la cabeza en señal de humillación, y rindámonos ante el rey de Israel. Tal vez así le perdone la vida». Biblia Católica (Latinoamericana) Sus servidores le dijeron: 'Hemos oído decir que los reyes de Israel son reyes generosos, permítenos que nos pongamos sacos en la cintura y cuerdas en nuestro cuello y así iremos a ver al rey de Israel; a lo mejor te perdona la vida'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes clementes. Te rogamos, permítenos ahora ceñir cilicio sobre nuestros lomos, y ponernos sogas al cuello, y salir al rey de Israel; quizás te conceda la vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijéronle sus servidores: 'Mira: hemos oído decir que los reyes de la casa de Israel son benignos. Pongámonos sacos en la cintura y sogas en la cabeza y salgamos así hacia el rey de Israel. Quizá permita que sigas con vida'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos; pongamos, pues, ahora cilicio en nuestros lomos, y cuerdas sobre nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel; quizá por ventura te salve la vida. |
Jacob rasgó sus vestiduras, se puso un saco a la cintura y guardó luto por su hijo durante muchos días.
Entonces Joab mandó a buscar a Técoa una mujer hábil y le dijo: 'Finge que estás de luto y ponte vestidos de luto; no te perfumes, de modo que parezcas una mujer que, desde hace tiempo, lleva luto por un muerto.
David dijo a Joab y a los que estaban con él: 'Rasgad vuestras vestiduras, vestíos de saco y guardad luto por Abner'. Y el rey David iba detrás del féretro.
Los súbditos del rey de Siria le dijeron: 'El dios de ellos es dios de las montañas; por eso nos han vencido; pero luchemos contra ellos en la llanura, y verás cómo los venceremos.
Y ciñeron con sayales los lomos y con cuerdas el cuello, y se presentaron al rey de Israel diciendo: 'Tu servidor Ben Hadad dice: Perdóname la vida, por favor'. El rey respondió: '¿Está aún vivo? Es mi hermano'.
Pero sus criados se le acercaron y le dijeron: 'Padre nuestro, si el profeta te hubiera mandado una cosa difícil, ¿no la habrías hecho? ¡Cuánto más habiéndote dicho: Lávate y quedarás limpio!'.
Si entramos en la ciudad, moriremos allí de hambre; y si nos quedamos aquí, moriremos también. Pasemos al campamento de los sirios: si nos dejan con vida, viviremos; y si nos matan, moriremos'.
'Anda, reúne a todos los judíos de Susa, y ayunad por mi intención. No comáis ni bebáis durante tres días y tres noches. También yo, con mis doncellas, ayunaré. Luego me presentaré al rey, aun contra la ley, y si he de morir, moriré'.
Satán respondió: 'Piel por piel, que todo cuanto tiene el hombre está dispuesto a darlo por su vida.
La bondad y fidelidad hacen la guardia al rey, su trono está fundado en la benevolencia.
Entonces el trono se afincará en la bondad; en él se sentará con fidelidad bajo la tienda de David un juez amante del derecho y celador de la justicia.
Aquel día el Señor Dios omnipotente os invitaba a tonsuraros y a vestiros de saco.
Al oírlos, el rey Ezequías se rasgó las vestiduras, se vistió de saco y entró en el templo del Señor.
No tengáis miedo de los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien al que puede perder el alma y el cuerpo en el fuego.
Yo haré que mis dos testigos profeticen vestidos de saco durante mil doscientos sesenta días'.