Y tú ni siquiera me has permitido besar a mis hijas y a mis nietos. Has obrado como un insensato.
1 Reyes 19:20 - Biblia Martin Nieto Eliseo, entonces, dejó los bueyes, corrió detrás de Elías y le dijo: 'Déjame dar un beso a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré'. Elías respondió: 'Anda, vuélvete; pero ten en cuenta lo que he hecho contigo'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo? Biblia Nueva Traducción Viviente Eliseo dejó los bueyes donde estaban, salió corriendo detrás de Elías y le dijo: —Deje que primero me despida de mis padres con un beso y luego iré con usted. Elías respondió: —Regresa, pero piensa en lo que te hice. Biblia Católica (Latinoamericana) Inmediatamente, dejando sus bueyes, Eliseo corrió tras Elías: 'Permíteme, le dijo, que vaya a abrazar a mi padre y te seguiré'. Pero Elías le respondió: '¡Puedes volverte, era algo sin importancia!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces él dejó los bueyes, fue corriendo tras Elías y dijo: Besaré ahora a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Él le dijo: Ve, vuélvete; pues, ¿qué te he hecho yo? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Eliseo dejó al punto los bueyes, echó a correr tras de Elías y le dijo: 'Déjame que vaya a besar a mi padre y a mi madre, y después te seguiré'. Él le respondió: 'Anda y vuelve, pues ya ves lo que he hecho contigo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo? |
Y tú ni siquiera me has permitido besar a mis hijas y a mis nietos. Has obrado como un insensato.
Entonces Pedro le dijo: 'Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos espera?'.
y los llamó. Ellos, al instante, dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
Al salir de allí, Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado en la oficina de los impuestos, y le dijo: 'Sígueme'. Él se levantó y lo siguió.
Todos rompieron a llorar, se echaron al cuello de Pablo y lo besaron,