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1 Reyes 18:45 - Biblia Martin Nieto

Y en unos instantes el cielo se oscureció con nubes y viento, y cayó una lluvia abundante. Ajab montó en su carro y fue a Yezrael.

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Biblia Reina Valera 1960

Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Poco después el cielo se oscureció de nubes. Se levantó un fuerte viento que desató un gran aguacero, y Acab partió enseguida hacia Jezreel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En poco tiempo el cielo se oscureció, el viento empujó las nubes y cayó la lluvia a torrentes; Ajab se subió a su carro y se volvió a Yizreel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y mientras tanto, ocurrió que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia; y Acab subió al carruaje y se fue a Jezreel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En pocos instantes se cubrieron los cielos de nubes borrascosas y se desencadenó una lluvia torrencial. Subió Ajab a su carro y se marchó hacia Yizreel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento; y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel.

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1 Reyes 18:45
12 Tagairtí Cros  

y le constituyó rey sobre Galaad, los aseritas, Yezrael, Efraín, Benjamín y sobre todo Israel.


Y los enterraron todos en el territorio de Benjamín, en Selá, en el sepulcro de Quis, padre de Saúl. Se hizo todo lo que había ordenado el rey; y después de esto Dios tuvo piedad del país.


Nabot, el yezraelita, tenía una viña en Yezrael, junto al palacio de Ajab, rey de Samaría.


El Señor ha dicho también contra Jezabel: Los perros comerán a Jezabel en la propiedad de Yezrael.


Y Jehú montó sobre su carro y se dirigió a Yezrael, donde estaba Jorán convaleciente. Ocozías, rey de Judá, había ido a visitarlo.


Ya como castigo y maldición, ya como señal de bondad, él los envía.


siguió al israelita hasta la alcoba y allí los traspasó a los dos en pleno vientre, al israelita y a la mujer. Y cesó el azote que pesaba sobre los israelitas;


Oró de nuevo, y el cielo dio la lluvia y la tierra produjo su fruto.


Los hijos de José replicaron: 'La montaña no nos basta; pero los cananeos que viven en la llanura tienen carros de hierro, lo mismo que los de Betsán y sus aldeas y los de la llanura de Yezrael'.


Su heredad comprendía: Yezrael, Quesulot, Sunem,


Los madianitas, los amalecitas y la gente del oriente se habían unido. Atravesaron el Jordán y vinieron a acampar en la llanura de Yezrael.