Al mismo tiempo dio una señal, diciendo: 'Ésta será la señal de que ha hablado el Señor: El altar se va a partir y a derramarse la ceniza que hay sobre él'.
1 Reyes 13:5 - Biblia Martin Nieto Y el altar se partió y la ceniza se derramó del altar, conforme a la señal que el hombre de Dios había dado por orden del Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese mismo momento, se produjo una enorme grieta en el altar y las cenizas se desparramaron, tal como el hombre de Dios había predicho en el mensaje que recibió del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) El altar se rompió y la ceniza del altar se desparramó; esa era la señal que había dado el hombre de Dios por orden de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el altar se partió, y la ceniza grasienta se derramó del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por mandato de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El altar se rompió y la ceniza del altar se derramó, conforme a la señal que había dado el varón de Dios por orden de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová. |
Al mismo tiempo dio una señal, diciendo: 'Ésta será la señal de que ha hablado el Señor: El altar se va a partir y a derramarse la ceniza que hay sobre él'.
El rey, al oír la amenaza que el hombre de Dios había gritado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, y dijo: '¡Prendedlo!'. Pero la mano que había extendido contra él se le quedó tiesa sin poderla mover.
Entonces el rey dijo al hombre de Dios: '¡Por favor! Suplica al Señor, tu Dios, y ruega por mí para que pueda mover mi mano'. El hombre de Dios invocó al Señor, y el rey pudo mover la mano, quedando como antes.
La tinaja de harina no se vació, ni disminuyó la orza del aceite, según la promesa que el Señor había hecho por medio de Elías.
Miqueas repuso: 'Si vuelves sano y salvo, el Señor no ha hablado por mi boca'.
Pero arreció tanto la lucha aquel día, que el rey de Israel siguió firme en su carro frente a los sirios y murió al atardecer: la sangre de la herida cayó al fondo del carro.
Porque el día en que castigue los crímenes de Israel, castigaré los altares de Betel, serán rotos los cuernos del altar y caerán por tierra.
Ellos se fueron a predicar por todas partes. El Señor cooperaba con ellos y confirmaba su doctrina con los prodigios que los acompañaban.
Si ese profeta ha hablado en nombre del Señor y su palabra no tiene efecto ni se cumple, entonces es cosa que no ha dicho el Señor. El profeta ha hablado por arrogancia; no lo temas.