Mientras Jeroboán estaba de pie junto al altar, quemando incienso, un hombre de Dios llegó de Judá a Betel por orden del Señor,
1 Reyes 12:22 - Biblia Martin Nieto Pero Dios dijo a Semayas, hombre de Dios: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora bien, Dios le dijo a Semaías, hombre de Dios: Biblia Católica (Latinoamericana) Pero en ese momento llegó una palabra de Dios a Semaya, el hombre de Dios: La Biblia Textual 3a Edicion Pero la palabra de Dios llegó a Semaías, varón de Dios, diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Dios dirigió su palabra a Semaías, varón de Dios, diciéndole: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo: |
Mientras Jeroboán estaba de pie junto al altar, quemando incienso, un hombre de Dios llegó de Judá a Betel por orden del Señor,
En Betel vivía un profeta anciano, cuyos hijos fueron a contarle todo lo que había hecho el hombre de Dios aquel día en Betel y las palabras que había dirigido al rey. Se lo contaron,
Entonces ella dijo a Elías: '¿Qué tengo yo que ver contigo, hombre de Dios? ¿Has entrado en mi casa para recordar mis pecados y dar muerte a mi hijo?'.
La mujer dijo a Elías: 'Ahora sí reconozco que eres un hombre de Dios y que la palabra del Señor en tu boca es verdad'.
Eliseo le dijo: 'El año próximo, por estas fechas, tendrás en brazos un hijo'. Ella respondió: 'No, señor mío, hombre de Dios, no engañes a tu sierva'.
Llamó a su marido y le dijo: 'Mándame uno de los criados y un asna; voy corriendo adonde está el hombre de Dios y vuelvo'.
Partió, y llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la divisó desde lejos, dijo a Guejazí, su criado: 'Aquélla es la sunamita.
Llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte, y se abrazó a sus pies. Guejazí fue a separarla, pero el hombre de Dios dijo: 'Déjala, porque está muy apenada; pero el Señor me lo ha tenido oculto y nada me ha manifestado'.
Entonces ella fue a contar la cosa al hombre de Dios, el cual le dijo: 'Anda, vende el aceite, paga a tu acreedor, y tú y tus hijos vivid de lo restante'.
Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había rasgado sus vestiduras, le mandó a decir: '¿Por qué has rasgado tus vestiduras? Que venga a mí y sabrá que en Israel hay un profeta'.
La historia de Roboán, desde el principio al fin, está escrita en las crónicas del profeta Semayas y del profeta Idó. Roboán y Jeroboán estuvieron continuamente en guerra.
y los llevé al templo del Señor, a la sala de Benhanán, hombre de Dios, la que está junto a la sala de los dignatarios, encima de la de Maasías, hijo de Salún, guardián de la puerta.
Ésta es la bendición que Moisés, hombre de Dios, pronunció sobre los israelitas antes de morir.
Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas, y practica la justicia, la religiosidad, la fe, el amor, la paciencia, la amabilidad.