Pero el rey les contestó duramente, desechó el consejo de los ancianos,
1 Reyes 12:14 - Biblia Martin Nieto siguió el de los jóvenes y les habló de esta manera: 'Mi padre os puso un yugo pesado, yo lo haré más pesado todavía; mi padre os castigó con azotes, yo os castigaré con latigazos'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. Biblia Nueva Traducción Viviente y siguió el consejo de los más jóvenes. Así que le dijo al pueblo: «Mi padre les impuso cargas pesadas, ¡pero yo las haré aún más pesadas! Mi padre los golpeaba con látigos, ¡pero yo los azotaré con escorpiones!». Biblia Católica (Latinoamericana) sino que les dijo lo que querían los jóvenes: 'Si mi padre hizo pesado su yugo, conmigo será peor. Si mi padre los castigaba con correas de cuero, conmigo los látigos serán de puntas de fierro'. La Biblia Textual 3a Edicion Y les habló siguiendo el consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo lo haré más pesado aún. Mi padre os castigó con azotes, pero yo os castigaré con escorpiones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les habló como le habían aconsejado los jóvenes y les dijo: 'Un yugo pesado os impuso mi padre, pero yo agravaré aún más vuestro yugo. Si mi padre os azotó con látigos, yo os azotaré con escorpiones'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. |
Pero el rey les contestó duramente, desechó el consejo de los ancianos,
y amargando su vida con trabajos forzados: en la fabricación de mortero y ladrillos y en las diversas faenas del campo, trabajos a los que los sometían con dureza.
Los proyectos de los justos son justicia; los planes de los injustos, la falsedad.
El orgulloso provoca peleas, la sabiduría está con los que se dejan aconsejar.
El preludio de la ruina es el orgullo; el preludio de la caída, el espíritu altanero.
Comenzar un pleito es abrir un dique, retírate antes de complicarte en él.
Cuando el gobernante hace caso de las mentiras, corrompe a todos sus servidores.
no escuché la voz de mis educadores ni presté oídos a los que me instruían!
Mejor es el fin de una cosa que su principio; mejor es la paciencia que la soberbia.
Y los ministros y los sátrapas, después de reunirse, se presentaron al rey y le dijeron: '¡Rey Darío, vive eternamente!
Pero si tenéis en vuestros corazones envidia amarga y espíritu de contradicción, no presumáis ni mintáis contra la verdad.