Saray dijo a Abrán: 'Tú eres el responsable de la afrenta que me hace. Yo puse a mi esclava entre tus brazos, y ella, al verse embarazada, me mira con desprecio. ¡Que el Señor juzgue entre nosotros!'.
1 Reyes 1:2 - Biblia Martin Nieto Sus servidores le dijeron: 'Vamos a buscar al rey una joven virgen, que le asista, le cuide y duerma con él, para que le haga entrar en calor'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Le dijeron, por tanto, sus siervos: Busquen para mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey y lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que sus consejeros le dijeron: «Busquemos una joven virgen que lo atienda y lo cuide, mi señor; dormirá en sus brazos y le quitará el frío». Biblia Católica (Latinoamericana) Sus servidores le dijeron: 'Que vayan a buscar para el rey mi señor a una joven virgen, que esté a su servicio, lo cuide, duerma con él y dé calor al rey mi señor'. La Biblia Textual 3a Edicion Por lo cual le dijeron sus siervos: Que busquen para mi señor el rey una joven virgen, y que ella esté delante del rey y sea una compañera para él, y que se recueste en tu seno, para que mi señor el rey pueda entrar en calor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijéronle entonces sus servidores: 'Búsquese para mi señor, el rey, una doncella virgen que asista al rey y lo cuide, que duerma en su regazo, y así entrará en calor mi señor, el rey'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Le dijeron por tanto sus siervos: Busquen a mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey, y lo abrigue, y duerma a su lado para que dé calor a mi señor el rey. |
Saray dijo a Abrán: 'Tú eres el responsable de la afrenta que me hace. Yo puse a mi esclava entre tus brazos, y ella, al verse embarazada, me mira con desprecio. ¡Que el Señor juzgue entre nosotros!'.
El pobre no tenía nada; sólo una corderilla que había comprado. Él la había criado y había crecido con él y con sus hijos; comía de su pan, bebía de su vaso y dormía en su seno. La tenía como una hija.
Cuando el rey David se hizo viejo, de edad muy avanzada, aunque lo arropaban bien, no entraba en calor.
Buscaron una joven hermosa por todo el territorio de Israel, y encontraron a Abisag, la sunamita. Y la llevaron al rey.
Por tanto, hijos míos, no seáis negligentes, pues vosotros sois los elegidos del Señor para estar en su presencia, servirle, ser sus ministros y quemar incienso.
Los servidores del rey le dijeron: 'Búsquense para el rey jóvenes vírgenes y hermosas.
Igualmente, si duermen dos juntos, se calientan; pero uno solo, ¿cómo se calentará?
No os fiéis del compañero, no confiéis en el amigo; ten cuidado con lo que dices delante de la que se acuesta entre tus brazos.
El Señor puso entonces aparte la tribu de Leví, destinándola a llevar el arca de la alianza del Señor, a estar en su presencia, darle culto y bendecir en su nombre, como siguen haciendo hasta hoy.
El profeta y el soñador deberán morir, pues han predicado la rebelión contra el Señor, vuestro Dios, que os sacó de Egipto y os libertó de la casa de la esclavitud, queriendo apartaros del camino por donde el Señor, tu Dios, os ha mandado ir. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti.