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1 Crónicas 26:8 - Biblia Martin Nieto

Todos éstos eran hijos de Obededón; ellos, sus hijos y hermanos eran hombres valientes, duros en el servicio. De Obededón, sesenta y dos en total.

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Biblia Reina Valera 1960

Todos estos de los hijos de Obed-edom; ellos con sus hijos y sus hermanos, hombres robustos y fuertes para el servicio; sesenta y dos, de Obed-edom.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Todos estos descendientes de Obed-edom, entre ellos sus hijos y nietos —sesenta y dos en total— eran hombres muy capaces y competentes para su trabajo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todos éstos eran hijos de Obededom, ellos y sus hijos y sus hermanos eran hombres de gran valor para el servicio. Sesenta y dos de Obededom.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Todos éstos de los hijos de Obed-edom; ellos con sus hijos y sus hermanos, hombres robustos y fuertes para el servicio: sesenta y dos, de Obed-edom.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Todos éstos eran hijos de Obededón. Ellos, sus hijos y sus hermanos eran vigorosos, de gran eficacia para el servicio: sesenta y dos de Obededón.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Todos estos de los hijos de Obed-edom; ellos con sus hijos y sus hermanos, hombres robustos y fuertes para el ministerio; sesenta y dos, de Obed-edom.

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1 Crónicas 26:8
7 Tagairtí Cros  

Por eso no quiso llevar el arca del Señor a su casa, a la ciudad de David, y la llevó a casa de Obededón de Gat.


Hijos de Semayas: Otní, Rafael, Obed, Elzabad y sus hermanos, los valerosos Elihú y Samaquías.


Los hijos y hermanos de Meselemías, hombres valientes, sumaban en total dieciocho.


A uno dio cinco millones, a otro dos y a otro uno, a cada uno según su capacidad; y se fue.


que me ha capacitado para ser ministro de la nueva alianza; no de la letra, sino del espíritu, pues la letra mata, pero el espíritu da vida.


el que tenga el don de la palabra, que use de él como el que comunica palabras de Dios; el que presta un servicio que lo haga como mandatario de Dios de manera que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo al cual se debe la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.