Cuando David se enteró, mandó que les saliesen al encuentro, y que les dijesen: 'Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba y luego vendréis'.
1 Crónicas 19:5 - Biblia Martin Nieto Cuando David se enteró, mandó que les salieran al encuentro, porque aquellos hombres estaban llenos de vergüenza, y les dijeran de parte del rey: 'Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y luego vendréis'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Se fueron luego, y cuando llegó a David la noticia sobre aquellos varones, él envió a recibirlos, porque estaban muy afrentados. El rey mandó que les dijeran: Estaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegó a oídos de David lo que les había sucedido a sus hombres, envió mensajeros para decirles: «Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba y luego regresen». Pues se sentían muy avergonzados de su aspecto. Biblia Católica (Latinoamericana) David supo lo que les había pasado y envió gente a su encuentro ya que venían muy avergonzados. El rey dijo: 'Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después vuelvan. La Biblia Textual 3a Edicion Se fueron luego, y cuando llegó a David la noticia sobre aquellos varones, él envió a recibirlos, pues los hombres estaban muy avergonzados. El rey les mandó decir: Permaneced en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se fueron ellos. Se lo comunicaron a David y éste mandó gente a su encuentro, porque los hombres estaban sobremanera avergonzados, para decirles de parte del rey: 'Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y después volveréis'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fueron unos y dijeron a David de cómo aquellos varones habían sido tratados; y él envió a recibirlos, porque estaban muy avergonzados. Y el rey les dijo: Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y entonces regresen. |
Cuando David se enteró, mandó que les saliesen al encuentro, y que les dijesen: 'Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba y luego vendréis'.
En su tiempo Jiel, de Betel, reedificó a Jericó; pero a costa de su primogénito Abirán echó los cimientos, y de Segub, su hijo menor, asentó las puertas, como había dicho el Señor por medio de Josué, hijo de Nun.
Entonces Janún agarró a los siervos de David, los afeitó, les cortó los vestidos por la mitad a la altura de las nalgas y los despachó.
Los amonitas se dieron cuenta de que se habían hecho odiosos a David, y Janún y los amonitas enviaron unas treinta y cuatro toneladas de plata para contratar como mercenarios tropas de caballería y carros de combate sirios en Mesopotamia, Maacá y Sobá.
Al ver sus compañeros lo ocurrido, se disgustaron mucho y fueron a contar a su señor todo lo que había pasado.