Pero él se mantuvo firme y estuvo matando filisteos hasta que su mano se cansó y se le quedó pegada a la espada. El Señor otorgó aquel día una gran victoria y el ejército se volvió tras Eleazar, pero sólo para recoger el botín.
1 Crónicas 11:14 - Biblia Martin Nieto pero él se puso en medio del campo, lo defendió y derrotó a los filisteos. El Señor alcanzó de nuevo una gran victoria. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 se pusieron ellos en medio de la parcela y la defendieron, y vencieron a los filisteos, porque Jehová los favoreció con una gran victoria. Biblia Nueva Traducción Viviente pero Eleazar y David no cedieron terreno en medio del campo e hicieron retroceder a los filisteos. Así que el Señor los salvó dándoles una gran victoria. Biblia Católica (Latinoamericana) El, Eleazar, se mantuvo firme en medio de la parcela, la defendió y derrotó a los filisteos. Yavé obró allí una gran victoria. La Biblia Textual 3a Edicion ellos se pusieron en medio de la parcela y la defendieron, y vencieron a los filisteos, y YHVH los favoreció con una gran victoria. Biblia Serafín de Ausejo 1975 él se plantó en medio del campo, lo defendió y derrotó a los filisteos. Fue aquélla una gran victoria otorgada por Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) se pusieron ellos en medio de la parcela, y la defendieron, y vencieron a los filisteos; y los favoreció Jehová con una gran victoria. |
Pero él se mantuvo firme y estuvo matando filisteos hasta que su mano se cansó y se le quedó pegada a la espada. El Señor otorgó aquel día una gran victoria y el ejército se volvió tras Eleazar, pero sólo para recoger el botín.
Naamán, general del ejército del rey de Siria, era un hombre tenido en mucho y apreciado por su señor, porque por su medio el Señor había concedido una victoria a Siria. Pero estaba leproso.
Estaba con David en Pas Damín, cuando los filisteos se reunieron allí para la lucha. Había allí un campo plantado de cebada, y el ejército huía ya delante de los filisteos;
Tres de los treinta fueron a la roca de la cueva de Adulán, donde estaba David, mientras los filisteos estaban acampados en el valle de Refaín.
Tú das a los reyes la victoria, tú salvas a tu siervo David de la espada mortal.
Por eso, Señor, te alabaré entre las naciones, cantaré en honor de tu nombre;
Se apareja el caballo para el día del combate, pero del Señor depende la victoria.
Así el Señor salvó aquel día a Israel. La batalla se extendió hasta Bejorón.
Él expuso su propia vida, mató al filisteo y el Señor dio una gran victoria a todo Israel. Lo viste tú mismo y te alegraste. ¿Por qué quieres hacerte reo de sangre inocente, matando a David sin razón?'.