No deis la noticia en Gat, no lo publiquéis por los caminos de Ascalón; que no se alegren las hijas de los filisteos, que no se regocijen las hijas de los incircuncisos.
1 Crónicas 10:4 - Biblia Martin Nieto Saúl dijo entonces a su escudero: 'Desenvaina tu espada y traspásame con ella, no vengan esos incircuncisos y se burlen de mí'. Pero su escudero no quiso, pues tenía mucho miedo. Entonces tomó Saúl su espada y se echó sobre ella. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella. Biblia Nueva Traducción Viviente Con gemidos, Saúl le dijo a su escudero: «Toma tu espada y mátame antes de que estos filisteos paganos lleguen para burlarse de mí y torturarme». Pero su escudero tenía miedo y no quiso hacerlo. Entonces Saúl tomó su propia espada y se echó sobre ella. Biblia Católica (Latinoamericana) Saúl dijo a su escudero: 'Saca tu espada y traspásame con ella; no sea que vengan esos incircuncisos y se burlen de mí. Pero el escudero no quiso, pues estaba lleno de temor.
Entonces tomó Saúl la espada y se arrojó sobre ella. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Saúl dijo a su escudero: ¡Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que estos incircuncisos vengan y hagan escarnio de mí! Pero su escudero no quiso, porque tenía gran temor. Entonces Saúl tomó la espada y se echó sobre ella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces Saúl a su escudero: 'Desenvaina tu espada y atraviésame con ella, no sea que lleguen esos incircuncisos y hagan escarnio de mí'. Pero no quiso acceder el escudero, por el gran temor que sentía. Saúl tomó entonces su propia espada y se dejó caer sobre ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella. |
No deis la noticia en Gat, no lo publiquéis por los caminos de Ascalón; que no se alegren las hijas de los filisteos, que no se regocijen las hijas de los incircuncisos.
El joven respondió: 'Yo me encontraba por casualidad en el monte Gelboé, y vi a Saúl apoyándose sobre su lanza y asediado por carros y caballeros.
Ajitófel, viendo que no se seguía su consejo, aparejó su asno y se fue a su casa, en su ciudad; puso todo en orden y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
Cuando Zimrí vio que la ciudad estaba tomada, se refugió en la ciudadela del palacio real; le prendió fuego, y así murió
El peso de la batalla cayó sobre Saúl; los arqueros lo alcanzaron y fue mal herido.
Cuando el escudero vio que Saúl había muerto, se echó también sobre su espada y murió con él.
Con lo que le dieron por el delito se compró un terreno, en el que se tiró de cabeza desde lo alto, se reventó por medio y se desparramaron todas sus entrañas.
El carcelero se despertó y, al ver abiertas las puertas de la cárcel, creyendo que los presos se habrían fugado, desenvainó la espada para matarse.
Devorado por la sed, clamó al Señor: 'Tú me has dado esta gran victoria, ¿y ahora me voy a morir de sed y a caer en manos de esos incircuncisos?'.
Los filisteos lo apresaron, le sacaron los ojos y lo llevaron a Gaza. Lo sujetaron con dos cadenas de bronce y le pusieron a moler el grano en la cárcel.
Él llamó rápidamente a su escudero y le dijo: 'Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: le mató una mujer'. Su escudero lo atravesó, y murió.
Jonatán dijo a su escudero: 'Vamos, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos. Quién sabe lo que el Señor hará por nosotros, porque nada impide al Señor dar la victoria con muchos o pocos'.
David preguntó a los que estaban a su lado: '¿Qué se hará con el que mate a este filisteo y quite esta ofensa de Israel? ¿Quién es este filisteo incircunciso que desafía al ejército del Dios vivo?'.
Tu siervo ha matado al león y al oso. Ese filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a los ejércitos del Dios vivo'.
Entonces Saúl dijo a su escudero: 'Desenvaina tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan esos incircuncisos y se burlen de mí'. Pero su escudero no quiso, pues tenía mucho miedo. Entonces Saúl agarró su espada y se echó sobre ella.