1 (2) Así como un venado sediento desea el agua de un arroyo, así también yo, Dios mío, busco estar cerca de ti.
Números 26:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Solo los hijos de Coré permanecieron vivos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas los hijos de Coré no murieron. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, los hijos de Coré no murieron ese día. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero los hijos de Coré no murieron. La Biblia Textual 3a Edicion Pero los hijos de Coré no murieron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero no murieron los hijos de Coré. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas los hijos de Coré no murieron. |
1 (2) Así como un venado sediento desea el agua de un arroyo, así también yo, Dios mío, busco estar cerca de ti.
1 (2) Dios mío, nuestros padres nos han contado las grandes maravillas que tú hiciste en el pasado.
1 (2) Me nace del corazón decir palabras bonitas. ¡Cómo quisiera tener la inspiración de un poeta, y escribirle versos a Su Majestad!
1 (2) Nuestro Dios es como un castillo que nos brinda protección. Dios siempre nos ayuda cuando estamos en problemas.
1 (2) ¡Aplaudan felices, pueblos del mundo! ¡Alaben a Dios con alegría!
1-2 (2-3) Poderoso es nuestro Dios y merece nuestra alabanza. En el templo del monte Sión habita nuestro Dios y Rey. ¡Allí la tierra se alegra! ¡Allí la tierra lo adora!
1-2 (2-3) ¡Escúchenme ustedes, pueblos que habitan este mundo! Y ustedes, gente pobre y humilde; y ustedes, gente rica y poderosa, ¡préstenme atención!
1 (1b) Nuestro Dios, el Dios supremo, llama a los habitantes de la tierra desde donde sale el sol hasta donde se pone.
El pueblo se alejó de Datán, Abiram y Coré, que estaban a la entrada de sus tiendas, con sus mujeres y sus hijos.
y se tragó vivos a todos los que habían seguido a Coré, junto con sus familias y todas sus pertenencias.
y les dijo a Coré y a su grupo: —¡Ustedes, descendientes de Leví, son los que me tienen harto! Vengan mañana temprano con su brasero para quemar incienso y pónganlo delante de Dios. Entonces Dios elegirá a los que él quiera que le sirvan en el santuario, y solo ellos podrán hacerlo.
Los grupos familiares que descendían de Simeón fueron: Nemuel, Jamín, Jaquín,
¡Y cómo olvidar lo que Dios hizo con Datán y Abiram, cuando no quisieron que Dios me nombrara jefe de Israel! Ellos eran hijos de Eliab y descendientes de Rubén, pero por causa de su rebeldía Dios hizo que la tierra se los tragara, ¡y la tierra se los tragó, junto con sus familias y pertenencias! De esto, todos ustedes fueron testigos.
»Nadie debe ser castigado por un crimen que no haya cometido. Ni los padres deben morir por los crímenes de sus hijos, ni los hijos deben morir por los crímenes de sus padres.