Cuatro veces me enviaron el mismo mensaje, pero yo les respondí lo mismo.
Jueces 16:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Dalila le dijo a Sansón: —¡Te burlaste de mí! ¡Me engañaste! ¿Qué hay que hacer para sujetarte? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme, pues, ahora, te ruego, cómo podrás ser atado. Biblia Nueva Traducción Viviente Después Dalila le dijo: —¡Hasta ahora te has burlado de mí y me has dicho mentiras! Así que, por favor, dime cómo es posible amarrarte sin que te liberes. Biblia Católica (Latinoamericana) Dalila dijo a Sansón: 'Te burlaste de mí y me contaste mentiras. Dime con qué hay que amarrarte'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Dalila dijo a Sansón: Mira, me has engañado y me has dicho mentiras. Ahora te ruego que me declares cómo se te puede atar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces Dalila a Sansón: 'Te has burlado de mí y me has dicho una mentira. Por favor, dime ahora con qué habría que atarte'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme pues, ahora, yo te ruego, cómo podrás ser atado. |
Cuatro veces me enviaron el mismo mensaje, pero yo les respondí lo mismo.
Y así lo hacen: llegan, se sientan delante de ti, y te prestan atención. Para ellos, tú eres como un cantante de dulce voz, que sabe tocar bien su instrumento musical, y que le canta al amor. Les gusta mucho cómo hablas, pero les gusta más el dinero. Te oyen, pero no hacen lo que les dices.
Pero Jesús le dijo: «¡Judas! ¿Con un beso me traicionas a mí, el Hijo del hombre?»
Sansón le respondió: —Si me atan con sogas nuevas, de las que se usan para atar ganado, perderé mi fuerza y seré como cualquier otro hombre.
Dalila le dijo a Sansón: —¡Volviste a engañarme! ¿Por qué insistes en mentirme? Por favor, dime, ¿qué hay que hacer para sujetarte? Sansón le contestó: —Si tomas las siete trenzas de mi cabello y las entretejes entre los hilos de ese telar, y luego sujetas el telar fuertemente al suelo con estacas, perderé mi fuerza y seré como cualquier otro hombre.
Sansón le contestó: —Si me atan con siete cuerdas nuevas, de las más fuertes y resistentes, perderé mi gran fuerza y seré como cualquier otro hombre.
Dalila había escondido en su cuarto a unos hombres, así que gritó: «¡Sansón! ¡Los filisteos te atacan!» Pero Sansón rompió las cuerdas como si fueran hilos viejos, y los filisteos no pudieron descubrir el secreto de su gran fuerza.