Entonces Dios tomó un poco de polvo, y con ese polvo formó al hombre. Luego sopló en su nariz, y con su propio aliento le dio vida. Así fue como el hombre comenzó a vivir.
Juan 20:22 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Luego sopló sobre ellos, y les dijo: «Reciban al Espíritu Santo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban al Espíritu Santo. Biblia Católica (Latinoamericana) Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: 'Reciban el Espíritu Santo:' La Biblia Textual 3a Edicion Y habiendo dicho esto, sopló y les dice: Recibid el Espíritu Santo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y dicho esto, sopló y les dijo: 'Recibid el Espíritu Santo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habiendo dicho esto, sopló en ellos, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. |
Entonces Dios tomó un poco de polvo, y con ese polvo formó al hombre. Luego sopló en su nariz, y con su propio aliento le dio vida. Así fue como el hombre comenzó a vivir.
Con su sola palabra Dios hizo los cielos, el sol, la luna y las estrellas,
Entonces Dios me dijo: —Llama al aliento de vida. Dile que yo le ordeno que venga de los cuatro puntos cardinales, y que les dé vida a estos huesos muertos.
Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes.
»Yo les enviaré al Espíritu que viene del Padre, y que les enseñará lo que es la verdad. El Espíritu los ayudará y les hablará bien de mí.
En realidad, a ustedes les conviene que me vaya. Porque si no me voy, el Espíritu que los ayudará y consolará no vendrá; en cambio, si me voy, yo lo enviaré.
Jesús los volvió a saludar de la misma manera, y les dijo: «Como mi Padre me envió, así también yo los envío a ustedes.»
Si ustedes perdonan los pecados de alguien, Dios también se los perdonará. Y si no se los perdonan, Dios tampoco se los perdonará.»
Al decir esto, Jesús estaba hablando del Espíritu de Dios, que recibirían los que creyeran en él. Porque mientras Jesús no muriera y resucitara, el Espíritu no se haría presente.
Pedro les dijo a sus compañeros: «Dios ha enviado el Espíritu Santo para dirigir la vida de gente de otros países, así como nos lo envió a nosotros, los judíos. Ahora nadie puede impedir que también los bauticemos.»
y les preguntó: —¿Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron? Ellos contestaron: —No. Ni siquiera sabemos nada acerca del Espíritu Santo.
Pedro les contestó: —Pídanle perdón a Dios, vuelvan a obedecerlo, y dejen que nosotros los bauticemos en el nombre de Jesucristo. Así Dios los perdonará y les dará el Espíritu Santo.
Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y enseguida empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo le indicaba.
Entonces Pedro, lleno del poder del Espíritu Santo, les dijo a los líderes y a sus consejeros: —Señores,
Cuando estos llegaron, oraron para que los nuevos seguidores recibieran el Espíritu Santo,
Solo quiero que me digan una cosa: Cuando recibieron el Espíritu de Dios ¿fue por obedecer la ley, o por aceptar la buena noticia? ¡Claro que fue por aceptar la buena noticia!