Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Josué 2:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

mandó a decirle a Rahab: —En tu casa hay dos espías. ¡Mándamelos para acá!

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el rey de Jericó le envió una orden a Rahab: «Saca fuera a los hombres que llegaron a tu casa, porque han venido a espiar todo el territorio».

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces el rey de Jericó mandó a decir a Rahab: 'Haz que salgan esos hombres que se han alojado en tu casa, pues han venido para informarse de nuestro territorio'.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: ¡Echa fuera a esos hombres que llegaron a ti y han entrado en tu casa, pues han venido a espiar todo el país!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces el rey de Jericó envió este mensaje a Rajab: 'Haz salir a los hombres que han venido a ti, los que han entrado en tu casa, pues han venido a explorar todo el país'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces el rey de Jericó, envió a decir a Rahab: Saca fuera los hombres que han venido a ti, y han entrado en tu casa; porque han venido a espiar toda la tierra.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Josué 2:3
15 Tagairtí Cros  

Como a los tres meses, alguien fue a decirle a Judá: —Seguramente tu nuera Tamar ha tenido relaciones con alguien, pues resulta que está embarazada. Entonces Judá exclamó: —¡Échenla fuera, y quémenla viva!


Nosotros le dijimos que no éramos espías, sino gente honrada.


los jefes de los amonitas le dijeron a Hanún: «¿De veras cree Su Majestad que David envió a sus mensajeros para consolarlo? ¡Claro que no! ¡Los envió como espías, para que luego pueda conquistar nuestra ciudad!»


Al llegar los hombres de Absalón a la casa, le preguntaron a la mujer dónde estaban Ahimaas y Jonatán. Ella les dijo que habían cruzado el arroyo. Y como los buscaron y no pudieron encontrarlos, regresaron a Jerusalén.


los jefes de los amonitas le dijeron a Hanún: «¿De veras cree Su Majestad que David envió a sus mensajeros para consolarlo? ¡Claro que no! ¡Los envió como espías, para luego conquistar nuestra ciudad!»


Los malvados siempre se libran del castigo de Dios.


«Como este hombre me ofendió, debes sacarlo del campamento. Todos los que oyeron cómo me ofendió deberán poner las manos sobre su cabeza y matarlo a pedradas.


Pilato volvió a salir, y dijo a la gente: «¡Escuchen! Ordené que traigan a Jesús de nuevo. Yo no creo que sea culpable de nada malo.»


Una noche, Pedro estaba durmiendo en medio de dos soldados y atado con dos cadenas. Afuera, los demás soldados seguían vigilando la entrada de la cárcel. Era un día antes de que Herodes Agripa presentara a Pedro ante el pueblo.


Entonces abrieron la cueva y le llevaron a los reyes de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón. Josué llamó a todo el ejército israelita y ordenó a sus oficiales: «Acérquense y pónganles el pie en el cuello a estos reyes». Así lo hicieron,


Al saber el rey de Jericó que unos israelitas habían llegado esa noche para explorar el país,


Pero como ella los había escondido, respondió: —Sí, es verdad. Vinieron unos hombres, pero yo no supe de dónde eran.


y él le dijo: «Quédate a la entrada de la carpa. Si alguien pregunta quién está aquí adentro, dile que no hay nadie».