Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Levítico 11:4 - La Biblia Textual 3a Edicion

Sin embargo, de los que rumian o tienen pezuña hendida, no comeréis éstos: el camello, porque rumia, pero no tiene pezuña hendida, será inmundo para vosotros.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Pero de los que rumian o que tienen pezuña, no comeréis estos: el camello, porque rumia pero no tiene pezuña hendida, lo tendréis por inmundo.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, no puedes comer los siguientes animales que tienen las pezuñas partidas o que rumian, pero no ambas cosas. El camello rumia, pero no tiene pezuñas partidas, así que es ceremonialmente impuro para ti.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero no comerán el camello que rumia y no tiene dividida la pezuña, sino que será para ustedes impuro.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

pero no comeréis de los que sólo rumian o sólo tienen pezuña hendida. El camello, que rumia, pero no tiene pezuña hendida, será impuro para vosotros;

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero no comeréis de los que rumian y de los que tienen pezuña; el camello, porque rumia, pero no tiene pezuña hendida, habéis de tenerlo por inmundo.

Féach an chaibidil

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Pero no deberán comer carne de camello, ni de conejo, ni de liebre, porque aunque son rumiantes no tienen pezuñas partidas. Tampoco comerán carne de cerdo, pues aunque tiene pezuñas partidas, no es rumiante. Ni siquiera toquen el cadáver de estos animales. Más bien, deberán considerarlos impuros.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Levítico 11:4
4 Tagairtí Cros  

Hablad a los hijos de Israel y decidles: Estos son los animales que podéis comer de entre los animales que hay sobre la tierra:


Comeréis cualquiera que entre los animales tenga pezuña hendida y sea rumiante.


El conejo, porque rumia, pero no tiene pezuña hendida, será inmundo para vosotros.


Pero Pedro dijo: De ningún modo, Señor; porque ninguna cosa común e inmunda comí jamás.