Y dijo: Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me arrepiento de haberlos hecho.
Sofonías 1:3 - Nueva Biblia Española (1975) acabaré con hombres y animales, acabaré con las aves del cielo y los peces del mar, (con los escándalos y los malvados); extirparé a los hombres de la superficie de la tierra . -oráculo del Señor- . Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Arrasaré con personas y animales por igual; arrasaré con las aves de los cielos y con los peces del mar. Reduciré a los malvados a un montón de escombros y borraré a la humanidad de la faz de la tierra —dice el Señor—. Biblia Católica (Latinoamericana) Acabaré con los hombres y los animales, con las aves del cielo y los peces del mar; arrancaré al hombre de la superficie de la tierra. La Biblia Textual 3a Edicion Destruiré los hombres y las bestias, destruiré las aves de los cielos y los peces del mar, Los motivos de tropiezo° y los que hacen tropezar,° Y haré que el hombre sea cortado de la faz de la tierra, dice YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aniquilaré a hombres y animales, aniquilaré las aves del cielo y los peces del mar, haré que tropiecen los impíos. Voy a exterminar a los hombres de la superficie de la tierra -oráculo de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Destruiré hombres y bestias; destruiré las aves del cielo, y los peces del mar, y las piedras de tropiezo con los impíos; y cortaré al hombre de sobre la faz de la tierra, dice Jehová. |
Y dijo: Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me arrepiento de haberlos hecho.
Con esto se expiará la culpa de Jacob, y éste será el fruto de alejar su pecado: dejar las piedras de los altares como, piedra caliza triturada y no erigir estelas ni cipos.
Pregunté: ¿Hasta cuándo, Señor? Y me contestó; Hasta que se desmoronen las ciudades despobladas y las casas deshabitadas, y queden los campos desolados.
Porque el Señor alejará a los hombres, y crecerá el abandono en el país.
¿Hasta cuándo hará duelo la tierra y se agostará la hierba del campo? Por la maldad de sus habitantes se escapan el ganado y las aves del cielo, pues dicen: 'No ve nuestras andanzas'.
Porque desde el norte se abalanzó sobre ella un pueblo que asolará su territorio, hasta que no quede en ella un habitante, pues hombres y animales huirán desbandados.
Por eso así dice el Señor: Miren, mi ira y cólera se derraman sobre este lugar, sobre hombres y ganados, sobre el árbol silvestre, sobre el fruto del suelo, y arden sin apagarse.
Sobre los montes entonaré endechas, en los pastos de la estepa elegías: Están requemadas, nadie transita, no se oye mugir el ganado, aves del cielo y bestias se han escapado.
Porque le sirvieron delante de sus ídolos, arrastrando al pecado a la casa de Israel; por eso les juro con la mano en alto -oráculo del Señor- que pagarán sus culpas,
Tirarán a la calle la plata, tendrán el oro por inmundicia; ni su oro ni su plata podrán salvarlos el día de la ira del Señor, porque fueron su tropiezo y pecado. No les quitarán el hambre ni les llenarán el vientre.
Nuestra salvación no está en Asiria, ni en montar a caballo; no volveremos a llamar dios nuestro a las obras de nuestras manos; en ti encuentra compasión el huérfano'.
Efraín, ¿qué tengo yo que ver con las imágenes? Yo contesto y miro. Yo soy abeto frondoso: de mí proceden tus frutos.
Por eso gime el país y desfallecen sus habitantes: hasta las fieras salvajes, hasta las aves del cielo, incluso los peces del mar desaparecen.
Aquel día -oráculo del Señor- de los ejércitos- extirparé del país los nombres de los ídolos y no serán invocados más; también apartaré del país sus profetas y el espíritu que los contamina.
este Hombre enviará a sus ángeles, escardarán de su reino a todos los corruptores y malvados
y les digo que ya no volverán a verme hasta que exclamen: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Tengo, sin embargo, algo en contra tuya, tienes ahí algunos que profesan la doctrina de Balaán, el que enseñó a Balac a tentar a los israelitas incitándolos a participar en banquetes idolátricos y a fornicar.