Entonces dijo Judá a Tamar, su nuera: Vive como viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Selá. Lo decía pensando: 'No vaya a morir él también como sus hermanos'. Tamar fue y vivió en casa de su padre.
Rut 1:13 - Nueva Biblia Española (1975) ¿van a esperar a que crezcan, van a renunciar, por ellos, a casarse? No, hijas. Mi suerte es más amarga que la suya, porque la mano del Señor se ha desatado contra mí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Esperarían ustedes hasta que ellos crecieran y se negarían a casarse con algún otro? ¡Por supuesto que no, hijas mías! La situación es mucho más amarga para mí que para ustedes, porque el Señor mismo ha levantado su puño contra mí. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿serían ustedes capaces de esperar a que se hicieran mayores? ¿Dejarían por eso de casarse? No, hijitas, bastante me ha castigado ya Dios como para añadir esta preocupación por ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion ¿los esperaríais hasta que crecieran? ¿Os retraeríais por ellos sin tomar marido? No, hijas mías; tengo sobrada amargura por vosotras, pues la mano misma de YHVH se ha desatado contra mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿ibais a esperar vosotras hasta que fueran mayores, y por ellos ibais a renunciar a tomar marido ahora? No, hijas mías; siento demasiada compasión por vosotras, porque la mano de Yahveh se ha desatado contra mí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais vosotras de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí. |
Entonces dijo Judá a Tamar, su nuera: Vive como viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Selá. Lo decía pensando: 'No vaya a morir él también como sus hermanos'. Tamar fue y vivió en casa de su padre.
¡Piedad, piedad de mí, amigos míos, que me ha herido la mano de Dios!
porque día y noche tu mano pesaba sobre mí, secando mi savia como el bochorno estivo.
La mano del Señor pesó sobre ellos hasta que los hizo desaparecer del campamento.
En todo lo que emprendían, la mano del Señor se les ponía en contra, exactamente como él les había dicho y jurado, llegando así a una situación desesperada.
Anden, vuélvanse, hijas, que soy demasiado vieja para casarme. Y aunque pensara que me queda esperanza, y me casara esta noche, y tuviera hijos,
De nuevo rompieron a llorar. Orfá se despidió de su suegra y volvió a su pueblo, mientras que Rut se quedó con Noemí.
Llena me marché, y el Señor me trae vacía. No me llamen Noemí, que el Señor me afligió, el Todopoderoso me maltrató.
Entonces mandaron convocar a los príncipes filisteos, y les dijeron: Devuelvan a su sitio el arca del Dios de Israel; si no, nos va a matar a nosotros con nuestras familias. Todo el pueblo tenía un pánico mortal, porque la mano de Dios había descargado allí con toda fuerza.