Por esta intención ayunamos y suplicamos al Señor, que nos atendió benignamente.
Proverbios 3:5 - Nueva Biblia Española (1975) Confía en el Señor con toda el alma, no te fíes de tu propia inteligencia; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Biblia Católica (Latinoamericana) Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría. La Biblia Textual 3a Edicion Confía en YHVH con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Confía en Yahveh de todo corazón y no te apoyes en tu entendimiento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. |
Por esta intención ayunamos y suplicamos al Señor, que nos atendió benignamente.
y aunque intente matarme, lo aguardaré', con tal de defenderme en su presencia;
Los que confían en el Señor son como el monte Sión: no tiembla, está asentado para siempre.
Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y cultiva la fidelidad;
Descansa en el Señor y espera en él, no te exasperes por el que triunfa empleando la intriga;
Pueblo suyo, confíen siempre en él, desahoguen ante él su corazón, que Dios es nuestro refugio.
El que se fía de sí mismo es un necio, el que procede con sensatez está a salvo,
Siendo Dios mi salvador, confío y no temo porque mi fuerza y poder es el Señor, él fue mi salvación.
Ya lo sé, Señor, que el hombre no es dueño de sus caminos, que nadie puede establecer su propio curso.
Así dice el Señor: No se glorie el sabio de su saber, no se gloríe el soldado de su valor, no se gloríe el rico de su riqueza;
A veces la nube se quedaba pocos días sobre el santuario; entonces, a la orden del Señor, acampaban, y a la orden del Señor se ponían en marcha.
A veces se quedaba sobre el santuario dos días o un mes o más tiempo aún; durante este tiempo los israelitas seguían acampados sin ponerse en marcha. Sólo cuando se levantaba se ponían en marcha.
Anden de acuerdo unos con otros; no piensen en grandezas, que los atraiga lo humilde; no muestren suficiencia.
para que los que ya esperábamos en el Mesías fuéramos un himno a su gloria.