Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Proverbios 26:4 - Nueva Biblia Española (1975)

No respondas al necio según su desatino, no te vayas a igualar a él;

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

No respondas a los argumentos absurdos de los necios o te volverás tan necio como ellos.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

No respondas a las estupideces de un imbécil, te volverías como él.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

No respondas al necio según su necedad, No sea que te iguales a él.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

No respondas al necio según su necedad, no sea que tú mismo te iguales a él.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No respondas al necio conforme a su necedad, para que no seas tú también como él.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Proverbios 26:4
14 Tagairtí Cros  

y les habló siguiendo el consejo de los jóvenes: Si mi padre les impuso un yugo pesado, yo les aumentaré la carga; que mi padre los castigó con azotes, yo los castigaré con latigazos.


Viendo los israelitas que el rey no les hacía caso, le replicaron: ¿Qué nos repartimos nosotros con David? ¡No heredamos juntos con el hijo de Jesé! i A tus tiendas, Israel! ¡Ahora, David, a cuidar de tu casa! Los de Israel se marcharon a casa;


Suelta el chorro quien comienza la riña: antes de enzarzarte, retírate.


No hables a oídos insensatos, porque despreciarán tus sensatas razones.


responde al necio según su desatino, no se vaya a creer listo.


Cuando el docto disputa con el necio, uno está en vilo y ríe sin parar.


Ellos callaron y no le respondieron palabra. Tenían consigna del rey de no responder.


No den lo sagrado a los perros ni les echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen, y además se vuelvan y los destrocen.


No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; al contrario, respondan con bendiciones, pues a esto los llamaron: a heredar una bendición.


El arcángel Miguel, cuando reñía con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a echarle una maldición, dijo solamente: 'Que el Señor te reprima”.