Proverbios 21:2 - Nueva Biblia Española (1975) Al hombre le parece siempre recto su camino, pero es Dios quien pesa los corazones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones. Biblia Nueva Traducción Viviente La gente puede considerarse en lo correcto según su propia opinión, pero el Señor examina el corazón. Biblia Católica (Latinoamericana) Cada uno considera buenos los caminos que ha tomado, pero Yavé pesa los corazones. La Biblia Textual 3a Edicion Todo camino del hombre es recto en su propia opinión, Pero YHVH pesa los corazones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El hombre piensa que su conducta es recta; pero Yahveh sondea los corazones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todo camino del hombre es recto en sus propios ojos; pero Jehová pesa los corazones. |
Porque se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta ni aborrecida.
El necio está contento de su proceder, el que escucha el consejo es sensato.
El hombre piensa que su conducta es limpia, pero es Dios quien pesa los corazones.
La plata en el horno, el oro en él crisol, el corazón lo prueba el Señor.
Porque digas: 'No me doy cuenta', ¿no lo va a saber el que pesa los corazones? El que vigila tu vida lo sabe y paga al hombre sus acciones.
Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para pagar al hombre su conducta, lo que merecen sus obras.
Jesús les dijo: Ustedes son los que se las dan de intachables ante la gente, pero Dios los conoce por dentro, y ese encumbrarse entre los hombres le repugna a Dios.
Por supuesto, si alguno se figura ser algo, cuando no es nada, él mismo se engaña.
Lleven a la práctica el mensaje y no se inventen razones para escuchar y nada más,
Alos hijos que tuvo les daré muerte; así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escruta corazones y mentes y que les voy a pagar a cada uno de ustedes conforme a sus obras.
Pero el Señor le dijo: No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia. El Señor ve el corazón.