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Proverbios 20:3 - Nueva Biblia Española (1975)

Es un honor componer un pleito, pero el necio se enreda en disputas.

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Biblia Reina Valera 1960

Honra es del hombre dejar la contienda; Mas todo insensato se envolverá en ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Evitar la pelea es una señal de honor; solo los necios insisten en pelear.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Poner fin a las querellas engrandece al hombre; el que no se domina es un tonto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Honra del hombre es evitar la contienda, Pero todo insensato se envolverá en ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Es honor para el hombre evitar las rencillas, pero el insensato se mete en ellas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Honra es al hombre el apartarse de contienda; mas todo insensato se envolverá en ella.

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Proverbios 20:3
17 Tagairtí Cros  

Por ello surgieron discusiones entre los pastores de Abrán y los de Lot. (En aquel tiempo cananeos y fereceos ocupaban el país).


Abrán dijo a Lot: No haya discusiones entre nosotros dos ni entre nuestros pastores, pues somos hermanos.


Pero Joás de Israel le envió esta respuesta: El cardo de Líbano mandó a decir al cedro de Líbano: Dame a tu hija por esposa de mi hijo. Pero pasaron las fieras del Líbano y pisotearon el cardo.


El de genio vivo hace locuras, el reflexivo sabe aguantar.


El hombre paciente es rico en prudencia, el impulsivo exalta su desatino.


Más vale paciencia que valentía y dominarse que conquistar una ciudad.


Suelta el chorro quien comienza la riña: antes de enzarzarte, retírate.


Los labios del necio provocan riñas, su boca llama a los golpes.


El hombre atinado cohibe la ira y tiene a honra ignorar una ofensa.


Quien actúa con pasión e insolencia tiene fama de insolente, fanfarrón y cínico.


Agarra un perro por las orejas quien se mete en riña ajena.


Unos con otros sean agradables y de buen corazón, perdonándose mutuamente como Dios los perdonó por Cristo.


Pero si interiormente los amarga el despecho y son partidistas, dejen de presumir y engañar a costa de la verdad.


¿De dónde esas guerras y de dónde esas luchas entre ustedes? ¿No será precisamente de esos apetitos agresivos que llevan en el cuerpo?