Los enterraron todos en el territorio de Benjamín, en Selá, en la sepultura de Quis. Hicieron todo lo que mandó el rey y Dios se aplacó con el país.
Números 25:8 - Nueva Biblia Española (1975) y entrando detrás del israelita en la alcoba, atravesó a los dos, al israelita y a la mujer. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente y corrió detrás del hombre hasta su carpa. Con la lanza, Finees atravesó el cuerpo del hombre y perforó hasta el estómago de la mujer. Entonces se detuvo la plaga contra los israelitas, Biblia Católica (Latinoamericana) siguió al israelita al interior de su tienda y los traspasó a los dos, al hombre y a la mujer, en pleno vientre. Inmediatamente cesó la plaga que se cernía sobre Israel: La Biblia Textual 3a Edicion fue tras el israelita a la tienda y los atravesó a ambos por su vientre, al varón de Israel y a la mujer. Y en seguida se detuvo la plaga sobre los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 siguió al israelita hasta la alcoba y atravesó a los dos, al israelita y a la mujer, por el bajo vientre. Entonces se detuvo el azote que pesaba sobre los israelitas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel. |
Los enterraron todos en el territorio de Benjamín, en Selá, en la sepultura de Quis. Hicieron todo lo que mandó el rey y Dios se aplacó con el país.
Construyó allí un altar al Señor, ofreció holocaustos y sacrificios de comunión, el Señor se aplacó con el país y cesó la mortandad en Israel.
David dijo a Ornan: Dame la era para construir un altar al Señor. Es para que cese la mortandad en el pueblo. Te pagaré su precio exacto.
Mi alianza con él era de vida y paz; se la di, para que me temiera, respetara y acatara.
El que se acerca a la morada del Señor, muere. ¿Vamos a morirnos todos?
El sacerdote Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, celoso de mis derechos ante el pueblo, ha apartado mi cólera de los israelitas y mi celo no los ha consumido;
Moisés dijo a los gobernadores de Israel: Que cada cual dé muerte a los suyos que se hayan emparejado con Baal Fegor.
Después levantaron encima un montón de piedras, que todavía hoy se conserva. Y el Señor aplacó el incendio de su ira. Por eso aquel sitio se llama hasta hoy Valle de la Desgracia.