Pero el profeta replicó: No iré contigo ni aunque me des medio palacio. No comeré ni beberé nada aquí,
Números 22:18 - Nueva Biblia Española (1975) Balaán respondió a los ministros de Balac: Aunque me diera su palacio lleno de oro y plata, yo no podría quebrantar el mandato del Señor, mi Dios, ni poco ni mucho. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Balaam les respondió a los mensajeros de Balac: «Aunque Balac me diera su palacio repleto de plata y oro, yo no podría hacer absolutamente nada en contra de la voluntad del Señor mi Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Balaam respondió a los servidores de Balac: 'Aunque Balac me diera su casa llena de plata y de oro, no desobedecería la orden de Yavé, mi Dios, no importa que fuera para una cosa pequeña o grande. La Biblia Textual 3a Edicion Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar el dicho de YHVH mi Dios para hacer cosa pequeña ni grande. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Balaán y dijo a los servidores de Balac: 'Aunque Balac me diera su casa llena de plata y de oro, no podría yo transgredir la orden de Yahveh, mi Dios, ni en poco ni en mucho. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Balaam respondió, y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y de oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios, para hacer cosa chica ni grande. |
Pero el profeta replicó: No iré contigo ni aunque me des medio palacio. No comeré ni beberé nada aquí,
Entonces Daniel habló así al rey: Quédate con tus dones y da a otro tus regalos. Yo leeré al rey lo escrito y le explicaré su sentido.
Por tanto, quédense aquí esta noche, hasta que sepa lo que me dice el Señor esta vez.
Respondió Balaán: Acabo de llegar a tu casa; pero ¿qué puedo yo decir? Pronunciaré sólo la palabra que el Señor me ponga en la boca.
El les dijo: Duerman esta noche aquí y les comunicaré lo que el Señor me diga. Los jefes de Moab se quedaron con Balaán.
Aunque Balac me regale su palacio lleno de oro y plata, no puedo quebrantar el mandato del Señor, haciendo mal o bien por cuenta propia; lo que el Señor me diga, lo diré.
Pedro le replicó: ¡Púdrete' tú con tu plata, por haberte imaginado que el don de Dios se compra con dinero!
Hacen profesión de conocer a Dios, pero con sus acciones lo desmienten, por esa detestable obstinación que los incapacita para cualquier acción buena.
pero yo no quise oír a Balaán, que no tuvo más remedio que bendecirlos a ustedes, y los libré de sus manos.