Purifícame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Números 19:18 - Nueva Biblia Española (1975) Un hombre puro tomará un hisopo, lo mojará en el agua y rociará la tienda, los utensilios, todas las personas que estén allí y al que haya tocado huesos, o un cadáver, o un muerto, o una sepultura. El hombre puro rociará al impuro los días tercero y séptimo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y un hombre limpio tomará hisopo, y lo mojará en el agua, y rociará sobre la tienda, sobre todos los muebles, sobre las personas que allí estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el asesinado, o el muerto, o el sepulcro. Biblia Nueva Traducción Viviente Después, alguien ceremonialmente puro tomará una rama de hisopo y la mojará en el agua. Esa persona debe rociar el agua sobre la carpa, sobre todos los muebles de la carpa y sobre las personas que estaban en ella; también sobre la persona que tocó un hueso humano, o tocó a una persona que mataron o que murió de muerte natural, o tocó una tumba. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego un hombre puro tomará una ramita de hisopo, la sumergerá en el agua y rociará la tienda y a todos los objetos y personas que haya en ella; se hará lo mismo con el que tocó los huesos, al muerto o la tumba. La Biblia Textual 3a Edicion Luego, un hombre limpio tomará una rama de hisopo y la mojará en el agua, y rociará la tienda, todos los utensilios y las personas que estén allí junto con aquel que haya tocado la osamenta o el cadáver o el sepulcro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Un hombre puro tomará hisopo, lo sumergirá en el agua y rociará la tienda y todos los muebles y personas que allí se encuentren, y también al que haya tocado huesos, o a un hombre asesinado, o a un muerto cualquiera, o un sepulcro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y una persona limpia tomará hisopo, y lo mojará en el agua, y rociará sobre la tienda, y sobre todos los vasos, y sobre las personas que allí estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el asesinado, o el muerto, o el sepulcro: |
Purifícame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve.
así asombrará a muchos pueblos; ante él los reyes cerrarán la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito.
Para el hombre impuro tomarás un poco de ceniza de la víctima quemada y echarás agua corriente en un vaso sobre la ceniza.
El séptimo día quedara libre de su pecado, lavará sus vestidos, se bañará y a la tarde quedará puro.
Un nombre puro se encargará de recoger las cenizas de la vaca y las depositará en un lugar puro fuera del campamento. La comunidad israelita las conservará para preparar el agua lustral, de expiación.
y por ellos me consagro yo mismo, para que también ellos queden consagrados de verdad.
Pero de él viene que ustedes, por medio del Mesías Jesús, tengan existencia, pues él se hizo para nosotros saber que viene de Dios: honradez y, además, consagración y liberación,
¿cuánto más la sangre del Mesías, que con espíritu irrevocable se ofreció él mismo a Dios como sacrificio sin defecto, purificará nuestra conciencia de las obras de muerte, para que demos culto al Dios vivo?
Cuando Moisés acabó de leer al pueblo todas las prescripciones contenidas en la Ley, tomó la sangre de los becerros y las cabras, además de agua, lana escarlata e hisopo, y roció primero el libro mismo y después al pueblo entero