Esto es lo malo de todo lo que sucede bajo el sol: que una misma suerte toca a todos. El corazón de los hombres está lleno de maldad: mientras viven piensan locuras y después ¡a morir!
Números 14:40 - Nueva Biblia Española (1975) A la mañana siguiente se levantaron y subieron a la cima del monte, diciendo: Subiremos al sitio que el Señor nos dijo. Hemos pecado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová; porque hemos pecado. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que a la mañana siguiente se levantaron temprano y subieron a la parte alta de las colinas. «¡Vamos! —dijeron—. Reconocemos que hemos pecado, pero ahora estamos listos para entrar a la tierra que el Señor nos prometió». Biblia Católica (Latinoamericana) Muy temprano decidieron subir la montaña, pues decían: '¡Hemos pecado! Tenemos que subir a ese lugar que Yavé nos prometió. La Biblia Textual 3a Edicion Y levantándose temprano por la mañana, subieron a la cumbre del monte, diciendo: Aquí estamos, subiremos al lugar que ha dicho YHVH, pues hemos pecado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se levantaron muy de mañana y subieron a la cumbre de la montaña diciendo: 'Estamos dispuestos a subir al lugar del que ha hablado Yahveh; pues hemos pecado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se levantaron muy de mañana, y subieron a la cumbre de la montaña, diciendo: Aquí estamos, y subiremos al lugar que Jehová ha prometido, porque hemos pecado. |
Esto es lo malo de todo lo que sucede bajo el sol: que una misma suerte toca a todos. El corazón de los hombres está lleno de maldad: mientras viven piensan locuras y después ¡a morir!
Pero el indígena o emigrante que a conciencia provoque al Señor, será excluido de su pueblo.
Balaán respondió al ángel del Señor: He pecado, porque no sabía que estabas en el camino, frente a mí. Pero ahora, si te parece mal mi viaje, me vuelvo a casa.
Una vez que el dueño de casa se levante y cierre la puerta, por mucho que golpeen la puerta desde fuera gritando: 'Señor, ábrenos', él les replicará: 'No sé quiénes son'.
Entonces ustedes me contestaron: 'Hemos pecado contra el Señor. Vamos a subir a pelear, como nos había ordenado el Señor, nuestro Dios'. Y se ciñeron todos las armas, como si fuera cosa fácil subir a la montaña.
Se lo dije y no me hicieron caso, se insolentaron contra la orden del Señor y subieron temerariamente a la montaña.