Después se reanudó la batalla en Gat. Había un gigantón con seis dedos en manos y pies, veinticuatro en total, que también era de la raza de los gigantes;
Números 13:32 - Nueva Biblia Española (1975) Y desacreditaban la tierra que habían explorado delante de los israelitas: La tierra que hemos cruzado y explorado es una tierra que devora a sus habitantes; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces comenzaron a divulgar entre los israelitas el siguiente mal informe sobre la tierra: «La tierra que atravesamos y exploramos devorará a todo aquel que vaya a vivir allí. ¡Todos los habitantes que vimos son enormes! Biblia Católica (Latinoamericana) Y se pusieron a desacreditar la tierra que habían visitado. Les decían a los Israelitas: 'La tierra que hemos explorado es una tierra que devora a sus habitantes. Los hombres que allí viven son muy altos. La Biblia Textual 3a Edicion Y difamaron ante los hijos de Israel la tierra que habían explorado, diciendo: El país que fuimos a explorar es un país que devora a sus habitantes, y todo el pueblo que vimos en medio de él son hombres de inmensa estatura. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y empezaron a describir con negros colores el país que habían explorado, diciendo a los israelitas: 'El país que hemos ido a reconocer devora a sus propios habitantes, y todos los hombres que allí vimos son gente de gran estatura. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vituperaron entre los hijos de Israel la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella, son hombres de gran estatura. |
Después se reanudó la batalla en Gat. Había un gigantón con seis dedos en manos y pies, veinticuatro en total, que también era de la raza de los gigantes;
La guerra continuó en Gat, donde había un gigantón con veinticuatro dedos -seis en cada mano y en cada pie- que también era de la raza de los gigantes.
Haré que los transite la gente de mi pueblo, Israel; tomarán posesión de ustedes y serán su heredad y no volverán a quedarse sin hijos.
Yo los saqué a ustedes de Egipto, los conduje por el desierto cuarenta años, para que conquistaran el país amorreo.
Yo destruí a los amorreos al llegar ellos: eran altos como cedros, fuertes como encinas; destruí arriba el fruto, abajo la raíz.
Pero el pueblo que habita el país es poderoso, tienen grandes ciudades fortificadas (hemos visto allí a los hijos de Anac).
¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que les cierran a los hombres el reino de Dios!
¡Adonde vamos a subir! Nuestros hermanos nos han acobardado con sus palabras, que la gente es más fuerte y corpulenta que nosotros, que las ciudades son enormes y sus fortificaciones más altas que el cielo, que hasta han visto anaquitas allí'.