Una vez, mientras estaban unos enterrando a un muerto, al ver las bandas de guerrilleros echaros el cadáver en la tumba de Eliseo y marcharon, y al tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió y se puso , en pie.
Mateo 8:15 - Nueva Biblia Española (1975) le tocó la mano y se le pasó la fiebre; ella se levantó y se puso a servirle. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús le tocó la mano, y la fiebre se fue. Entonces ella se levantó y le preparó una comida. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y comenzó a atenderle. La Biblia Textual 3a Edicion y tocando su mano, la fiebre la dejó; y fue levantada, y lo servía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 le tocó la mano y se le quitó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirle. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. |
Una vez, mientras estaban unos enterrando a un muerto, al ver las bandas de guerrilleros echaros el cadáver en la tumba de Eliseo y marcharon, y al tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió y se puso , en pie.
la aplicó a mi boca y me dijo: 'Mira: esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado'.
rogándole que les dejara tocar siquiera el borde de su manto, y todos los que lo tocaron se curaron.
Jesús sintió lástima y les tocó los ojos; al momento recobraron la vista y lo siguieron.
Al llegar Jesús a casa de Pedro encontró a la suegra echada con fiebre,
Al anochecer le llevaron muchos endemoniados; con su palabra expulsó a los espíritus y curó X todos los enfermos,
Extendió la mano y lo tocó diciendo: ¡Quiero, queda limpio! Y en seguida quedó limpio de la lepra.
En esto una mujer que sufría de hemorragias desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto,
Entonces les tocó los ojos diciendo: Según la fe que tienen, que se cumpla.
Al salir de la sinagoga se fueron derechos a casa de Simón y Andrés llevando a Santiago y a Juan.
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: Quiero, queda limpio.