Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo, Israel, cuando recen en este sitio; escucha tú desde tu morada del cielo, escucha y perdona.
Mateo 6:12 - Nueva Biblia Española (1975) y perdónanos nuestras deudas, que también nosotros perdonamos a nuestros deudores; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Biblia Nueva Traducción Viviente y perdónanos nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) y perdona nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos
a nuestros deudores;' La Biblia Textual 3a Edicion y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y perdónanos nuestras deudas, como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. |
Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo, Israel, cuando recen en este sitio; escucha tú desde tu morada del cielo, escucha y perdona.
escucha tú desde el cielo y perdona el pecado de tu pueblo, Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a sus padres.
escúchalas tú desde el cielo, donde moras, perdona y actúa, paga a cada uno según su conducta; tú que conoces el corazón, porque sólo tú conoces el corazón humano;
perdona a tu pueblo los pecados cometidos contra ti, sus rebeliones contra ti, haz que sus vencedores se compadezcan de ellos,
Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han enterrado su pecado,
que conserva la misericordia hasta la milésima generación, que perdona culpas, delitos y pecados, aunque no deja impune y castiga la culpa de los padres en los hijos, nietos y bisnietos.
Entonces, vengan, y litigaremos -dice el Señor-. Aunque sus pecados sean como púrpura, blanquearán como nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán como lana.
Escucha, Señor; perdona, Señor; atiende, Señor; actúa sin tardanza, ¡Dios mío, por tu honor! Por tu ciudad y tu pueblo, que llevan tu nombre.
que esto es la sangre de la alianza mía, que se derrama por todos para el perdón de los pecados.
En esto intentaban acercarle un paralítico echado en una camilla. Viendo la fe que tenían, Jesús dijo al paralítico: ¡Animo, hijo! Se te perdonan tus pecados.
Y cuando estén de pie orando, perdonen lo que tengan contra otros, para que también su Padre del cielo les perdone sus culpas'.
y perdónanos nuestros pecados, que también nosotros perdonamos a todo deudor nuestro; y no nos dejes ceder a la tentación',
Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén?
Además, no juzguen y no lo» juzgarán; no condenen y no los condenarán; perdonen y los perdonarán;
Por tanto, sépanlo bien, hermanos, se les anuncia el perdón de los pecados por medio de él, es decir, que de todo aquello de que no pudieron rehabilitarse con la Ley de Moisés,
La derramó sobre nosotros por medio de su Hijo querido, el cual, con su sangre, nos ha obtenido la liberación, el perdón de los pecados; muestra de su inagotable generosidad.
Unos con otros sean agradables y de buen corazón, perdonándose mutuamente como Dios los perdonó por Cristo.
conllévense mutuamente y perdónense cuando uno tenga queja contra otro; el Señor los ha perdonado, hagan ustedes lo mismo.