Porque yo, el Señor, amo la justicia, detesto la rapiña y el crimen. Les daré su salario fielmente y haré con ellos un pacto perpetuo.
Mateo 27:6 - Nueva Biblia Española (1975) Los sumos sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: No está permitido echarlas en el tesoro, porque son precio de sangre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Biblia Nueva Traducción Viviente Los principales sacerdotes recogieron las monedas. «No sería correcto poner este dinero en el tesoro del templo —dijeron—, ya que se usó para pagar un asesinato». Biblia Católica (Latinoamericana) Los jefes de los sacerdotes recogieron las monedas, pero dijeron: 'No se puede echar este dinero en el tesoro del Templo, porque es precio de sangre. La Biblia Textual 3a Edicion Y los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro,° por cuanto es precio de sangre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los pontífices recogieron las monedas de plata y dijeron: 'No se deben echar en el tesoro del templo, porque son precio de sangre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los príncipes de los sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro, porque es precio de sangre. |
Porque yo, el Señor, amo la justicia, detesto la rapiña y el crimen. Les daré su salario fielmente y haré con ellos un pacto perpetuo.
Entonces arrojó las monedas hacia el santuario y se marchó; luego fue y se ahorcó.
Y, después de discutirlo, compraron con ellas el Campo del Alfarero, para cementerio de forasteros.
En cambio ustedes dicen que si uno le declara a su padre o a su madre: 'Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco en donativo al templo',
Condujeron entonces a Jesús de casa de Caifas a la residencia del gobernador. Era por la mañana temprano. Ellos, sin embargo, no entraron en la residencia del gobernador, para no contaminarse y poder celebrar la cena de pascua.
No entregarás a la casa del Señor, en cumplimiento de un voto, paga de prostituta ni salario de prostituto, porque los dos son abominables para el Señor, tu Dios.