Luego rezó: Señor, ábrele los ojos para que vea. El Señor abrió los ojos al sirviente y vio el monte lleno de caballería y carros de fuego en tomo a Eliseo.
Mateo 26:53 - Nueva Biblia Española (1975) ¿Piensas que no puedo acudir a mi Padre? El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿No te das cuenta de que yo podría pedirle a mi Padre que enviara miles de ángeles para que nos protejan, y él los enviaría de inmediato? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿No sabes que podría invocar a mi Padre y él, al momento, me mandaría más de doce ejércitos de ángeles? La Biblia Textual 3a Edicion ¿O piensas que no puedo invocar° a mi Padre, y ahora mismo me daría más de doce legiones° de ángeles? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿O crees tú que no puedo acudir a mi Padre, que inmediatamente me enviaría más de doce legiones de ángeles? Biblia Reina Valera Gómez (2023) O ¿piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y Él me daría más de doce legiones de ángeles? |
Luego rezó: Señor, ábrele los ojos para que vea. El Señor abrió los ojos al sirviente y vio el monte lleno de caballería y carros de fuego en tomo a Eliseo.
Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
Cuando este Hombre venga con su esplendor acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria
Entonces lo dejó el diablo; en esto se acercaron unos ángeles y se pusieron a servirle.
Se acercaron a Jesús, y vieron al endemoniado sentado, vestido y en su juicio, al mismo que había tenido la legión, y les entró miedo.
Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? Le respondió: Me llamo Legión, porque somos muchos.
Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? El respondió: Legión. De hecho eran muchos los demonios que habían entrado en él
Nadie me la quita, yo me desprendo de ella por decisión propia. Está en mi mano desprenderme de ella y está en mi mano tomarla de nuevo. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre.
Contestó Jesús: La realeza mía no pertenece al orden éste. Si perteneciera al orden éste la realeza mía, mi guardia personal habría luchado para impedir que me entregaran a las autoridades judías. Ahora que la realeza mía no es de aquí.
y con alivio a ustedes los afligidos junto con nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo con sus poderosos ángeles,
A éstos se refería aquella profecía de Henoc'. el séptimo después de Adán: 'Miren, llega el Señor con sus millares de ángeles,