Temen en Sión los pecadores, un temblor se apodera de los perversos: '¿Quién de nosotros habitará en un fuego devorador, quién de nosotros habitará en una hoguera perpetua?'.
Mateo 23:13 - Nueva Biblia Española (1975) ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que les cierran a los hombres el reino de Dios! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. Biblia Nueva Traducción Viviente »¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues le cierran la puerta del reino del cielo en la cara a la gente. Ustedes no entrarán ni tampoco dejan que los demás entren. Biblia Católica (Latinoamericana) Por lo tanto, ¡ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes cierran a la gente el Reino de los Cielos. No entran ustedes, ni dejan entrar a los que querrían hacerlo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, porque no entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que tratan de entrar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Pues ni vosotros entráis ni a los que están entrando les dejáis entrar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino del cielo delante de los hombres; porque ni entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar. |
Temen en Sión los pecadores, un temblor se apodera de los perversos: '¿Quién de nosotros habitará en un fuego devorador, quién de nosotros habitará en una hoguera perpetua?'.
¡Ay del pastor torpe que abandona el rebaño! Un puñal contra su brazo, contra su ojo derecho: que se le paralice el brazo, que se le ciegue el ojo derecho.
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan: 'Jurar por el santuario no es nada, pero jurar por el oro del santuario obliga'!
¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la hierbabuena, del anís y del comino y descuidan lo más grave de la Ley: la justicia, el buen corazón y la lealtad! ¡Esto había que practicar!, y aquello..., no dejarlo.
¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras dentro están llenos de robo y desenfreno!
¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que se parecen a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos de muerto y podredumbre;
¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que edifican sepulcros a los profetas y ornamentan los mausoleos de los justos,
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo: ¡Raza de víboras!, ¿quién les ha enseñado a ustedes a escapar del castigo inminente?
¡Ay de ustedes, juristas, que se han guardado la llave del saber! Ustedes no han entrado y a los que querían entrar les han cerrado el paso.
Sus padres respondieron así por miedo a los dirigentes judíos, porque los dirigentes tenían ya convenido que fuera excluido de la sinagoga quien lo reconociese por Mesías.
Llamaron entonces por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: Reconócelo tú ante Dios. A nosotros nos consta que ese hombre es un pecador.
Le replicaron: Empecatado naciste tú de arriba abajo, ¡y vas tú a darnos lecciones a nosotros! Y lo echaron fuera.
pero Elimas o el Mago (que eso significa el nombre) les hizo la contra, intentando disuadir de la fe al procónsul.
¿No les habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, han llenado Jerusalén de su enseñanza y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre.
Le dieron la razón y llamaron a los apóstoles; los azotaron, les prohibieron mencionar el nombre de Jesús y los soltaron.
Aquel día se desató una .violenta persecución contra la iglesia de Jerusalén; todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaría.
Yanes y Tambres se opusieron a Moisés; exactamente lo mismo se oponen éstos a la verdad: mentes degeneradas, hombres incapacitados para la fe.
Ten cuidado con él también tú, pues contradijo violentamente mis palabras.