Mateo 17:9 - Nueva Biblia Española (1975) Mientras bajaban del cerro, Jesús les mandó: No cuenten a nadie la visión. Esperen a que este Hombre resucite de la muerte. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras descendían de la montaña, Jesús les ordenó: «No le cuenten a nadie lo que han visto hasta que el Hijo del Hombre se haya levantado de los muertos». Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: 'No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos. La Biblia Textual 3a Edicion Y mientras ellos descendían del monte, Jesús les encargó, diciendo: A nadie digáis la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado° de los muertos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras iban bajando del monte, les mandó Jesús: 'No contéis a nadie esta visión, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos. |
Pues les digo que Elías vino ya y, en vez de reconocerlo, lo trataron a su antojo. Y también este Hombre va a padecer a manos de ellos.
Les contestó: Porque tienen poca fe. Les aseguro que si tuvieran fe como un grano de mostaza le dirían al cerro éste: 'Córrete más allá', y lo haría. Nada les sería imposible'.
Mientras recorrían juntos Galilea les dijo Jesús: A este Hombre lo van a entregar en manos de los hombres
y lo matarán, pero al tercer día resucitará. Ellos quedaron consternados.
Jesús le respondió: Los zorros tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero este Hombre' no tiene dónde reclinar la cabeza.
Jesús le dijo: Cuidado con decírselo a nadie; eso sí, ve a presentarte al sacerdote y ofrece el donativo que mandó Moisés, para que les conste.
Sus padres se quedaron atónitos, pero Jesús les mandó que no contaran a nadie lo sucedido.
Cuando cesó la voz, Jesús se encontraba solo. Los discípulos guardaron el secreto y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.