Me enseñarás el sendero de la vida, me colmarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha.
Mateo 17:4 - Nueva Biblia Española (1975) Entonces intervino Pedro y le dijo a Jesús: Señor, viene muy bien que estemos aquí nosotros; si quieres. hago aquí tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Biblia Nueva Traducción Viviente Pedro exclamó: «Señor, ¡es maravilloso que estemos aquí! Si deseas, haré tres enramadas como recordatorios: una para ti, una para Moisés y la otra para Elías». Biblia Católica (Latinoamericana) Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: 'Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces intervino Pedro y dijo a Jesús: ¡Señor, bueno es quedarnos aquí! Si quieres, haré° aquí tres enramadas: una para ti, una para Moisés, y otra para Elías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: '¡Señor, qué bueno sería quedarnos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces respondiendo Pedro, dijo a Jesús: Señor, bueno es que nos quedemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres tabernáculos; uno para ti, uno para Moisés, y uno para Elías. |
Me enseñarás el sendero de la vida, me colmarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha.
guarden silencio, ofrezcan sacrificios legítimos y confíen en el Señor.
Un rey en su esplendor contemplarán tus ojos, verán un país dilatado,
¿Cuál es su riqueza, cuál es su belleza? Un trigo que desarrolla a los jóvenes, un vino que desarrolla a las jóvenes.
Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: Maestro, viene muy bien que estemos aquí nosotros; podríamos hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía lo que decía.
Padre, quiero que también ellos, los que me has entregado, estén conmigo donde estoy yo, para que contemplen mi gloria, la que tú me has dado, porque me amaste antes que existiera el mundo.
Las dos cosas tiran de mí: deseo morirme y estar con Cristo (y esto es con mucho lo mejor);
Amigos míos, hijos de Dios lo somos ya, aunque todavía no se ve lo que vamos a ser; pero sabemos que cuando Jesús se manifieste y lo veamos como es, seremos como él.
La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.