Miqueas dijo: Si tú vuelves victorioso, el Señor no ha hablado por mi boca.'
Mateo 15:10 - Nueva Biblia Española (1975) Y llamando a la gente, les dijo: Escuchen y entiendan: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Jesús llamó a la multitud para que se acercara y oyera. «Escuchen —les dijo—, y traten de entender. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego Jesús mandó acercarse a la gente y les dijo: 'Escuchen y entiendan:' La Biblia Textual 3a Edicion Y llamando a la muchedumbre, les dijo: Oíd y entended: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y llamando junto a sí al pueblo, les dijo: 'Oíd y entended: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y llamó a sí a la multitud, y les dijo: Oíd, y entended: |
Miqueas dijo: Si tú vuelves victorioso, el Señor no ha hablado por mi boca.'
Presten oído, vengan a mí, escúchenme y vivirán. Sellaré con ustedes alianza perpetua, la promesa que aseguré a David:
El replicó: Vete y di a ese pueblo: Oigan con sus oídos, sin entender; miren con sus ojos, sin comprender.
Siempre que uno escucha el mensaje del reino y no lo entiende, viene el Malo y se lleva lo sembrado en su corazón; ése es el que recibió la semilla en el camino.
No mancha al hombre lo que entra por la boca; lo que sale de la boca, eso es lo que mancha al hombre.
el culto que me dan es inútil, pues la doctrina que enseñan son preceptos humanos. (Is 29,13)
Por eso, cuando vean que está en el lugar santo el execrable devastador' que anunció el profeta Daniel (entiéndelo, lector),
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras.
Que el Dios de nuestro Señor, Jesús Mesías, el Padre que posee la gloria, les dé un saber y una revelación interior con profundo conocimiento de él;
Por esta razón nosotros, desde el momento que nos enteramos, oramos por ustedes sin cesar; pedimos a Dios que les dé pleno conocimiento de su designio, con todo el saber e inteligencia que procura el Espíritu.
Y si alguno de ustedes se ve falto de acierto, pídaselo a Dios, que da sin discutir y sin humillar; él se lo dará.