El hombre no sabe su precio, no se encuentra en la tierra de los vivos.
Mateo 13:44 - Nueva Biblia Española (1975) Se parece el reinado de Dios a un tesoro escondido en el campo; si un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y de la alegría va a vender todo lo que tiene y compra el campo aquél. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Biblia Nueva Traducción Viviente »El reino del cielo es como un tesoro escondido que un hombre descubrió en un campo. En medio de su entusiasmo, lo escondió nuevamente y vendió todas sus posesiones a fin de juntar el dinero suficiente para comprar el campo. Biblia Católica (Latinoamericana) El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo. La Biblia Textual 3a Edicion El° reino de los cielos es semejante a un tesoro° escondido en un campo, que al hallarlo un hombre, lo encubre, y por el gozo de ello,° va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo. Un hombre lo encuentra y lo vuelve a esconder. Y se va lleno de alegría, vende cuanto tiene y compra el campo aquel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Además, el reino del cielo es semejante a un tesoro escondido en un campo; el cual hallándolo un hombre, lo esconde, y gozoso por ello, va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. |
El hombre no sabe su precio, no se encuentra en la tierra de los vivos.
Mejor es comprar sabiduría que oro, más vale comprar prudencia que plata.
¿De qué le sirve al necio tener dinero para comprar sensatez si no tiene seso?
El hombre esquivo sigue sus caprichos y se enreda contra toda conveniencia.
compra la verdad y no la vendas, la sensatez, la educación y la prudencia;
¡Atención, sedientos!, acudan por agua, también los que no tienen dinero: vengan, compren trigo, coman sin pagar, vino y leche de balde.
Les propuso otra parábola: Se parece el reinado de Dios a un hombre que sembró semilla buena en su finca;
al encontrar una perla de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.
Se parece también el reinado de Dios a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces;
Jesús le declaró: Si quieres ser un hombre, vete a vender lo que tienes y dáselo a los pobres, que Dios será tu riqueza; y, anda, sígueme a mí.
Intervino entonces Pedro: Pues, mira, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. En vista de eso, ¿qué nos va a tocar?
Y todo aquel que por mí ha dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará vida eterna.
Esto supuesto, todo aquel de ustedes que no renuncia a todo lo que tiene, no puede ser discípulo mío.
Les contestó Jesús: Yo soy el pan de la vida. Quien se acerca a mí nunca pasara hambre y quien me presta adhesión nunca pasará sed.
Es un hecho que todas las antiguas Escrituras se escribieron para enseñanza nuestra, de modo que, entre nuestra constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza.
El mensaje del Mesías habite entre ustedes en toda su riqueza: enséñense y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan; con agradecimiento canten a Dios de corazón salmos, himnos y cánticos inspirados;
De hecho compartieron el sufrimiento de los encarcelados y aceptaron con alegría que les confiscaran los bienes, sabiendo que tenían un patrimonio mejor y estable.
Te aconsejo que me compres oro acendrado a fuego, así serás rico; y un vestido blanco, para ponértelo y que no se vea tu vergonzosa desnudez, y colirio para untártelo en los ojos y ver.