mandándoles que no lo descubrieran.
y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen;
pero les advirtió que no revelaran quién era él.
Pero les pedía insistentemente que no hablaran de él.
Y les advirtió estrictamente que no lo descubrieran,
pero les encareció con palabras enérgicas que no lo descubrieran.
Y les encargaba rigurosamente que no le diesen a conocer:
Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías:
Mientras bajaban del cerro, Jesús les mandó: No cuenten a nadie la visión. Esperen a que este Hombre resucite de la muerte.
Jesús le dijo: Cuidado con decírselo a nadie; eso sí, ve a presentarte al sacerdote y ofrece el donativo que mandó Moisés, para que les conste.
Y se les abrieron los ojos. Jesús les avisó muy en serio: Miren que nadie se entere.
Pero Jesús, junto con sus discípulos, se retiró en dirección al lago.
Les prohibió decírselo a nadie, pero, cuanto más se lo prohibía, más lo proclamaban ellos.