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Lucas 9:29 - Nueva Biblia Española (1975)

Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, y sus vestidos brillaban de blancos.

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Biblia Reina Valera 1960

Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y mientras oraba, la apariencia de su rostro se transformó y su ropa se volvió blanca resplandeciente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y mientras estaba orando, su cara cambió de aspecto y su ropa se volvió de una blancura fulgurante.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y mientras oraba,° la apariencia de su rostro se volvió diferente, y su vestido, blanco resplandeciente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y mientras estaba orando, el aspecto de su rostro se transformó y sus vestidos se volvieron de una blancura deslumbrante.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestidura se hizo blanca y resplandeciente.

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Lucas 9:29
17 Tagairtí Cros  

Un rey en su esplendor contemplarán tus ojos, verán un país dilatado,


Creció en su presencia como brote, como raíz en el páramo: no tenía presencia ni belleza que atrajera nuestras miradas ni aspecto que nos cautivara.


Allí se transfiguró delante de ellos: su rostro brillaba como el sol y sus vestidos se volvieron esplendentes como la luz.


Después se apareció por el camino, con aspecto diferente, a dos de ellos que iban a un rancho.


Después de un bautismo del pueblo en masa y de bautizarse también Jesús, mientras oraba, se abrió el cielo,


El, en cambio, acostumbraba retirarse a lugares despoblados para orar.


Por aquel entonces se fue a la montaña a orar y se pasó la noche orando a Dios.


Una vez que estaba orando solo en presencia de sus discípulos, les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo?


De pronto hubo dos hombres conversando con él: eran Moisés y Elías,


Así que la Palabra se hizo hombre, acampó entre nosotros y hemos contemplado su gloria -la gloria que un hijo único recibe de su padre-: plenitud de amor y lealtad.


Fijaron la vista en Esteban todos los miembros del Consejo, y su rostro les pareció el de un ángel.


Vi un trono magnífico y brillante y al que estaba sentado en él; huyeron de su presencia la tierra y el cielo y desaparecieron definitivamente.