porque así dice el Alto y Excelso, Morador eterno, cuyo nombre es Santo: Yo moro en la altura sagrada, pero estoy con los de ánimo humilde y quebrantado, para reanimar a los humildes, para reanimar el corazón quebrantado.
Lucas 5:32 - Nueva Biblia Española (1975) No he venido a invitar a justos, sino á pecadores, a que se arrepientan. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. Biblia Nueva Traducción Viviente No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores y necesitan arrepentirse». Biblia Católica (Latinoamericana) No he venido para llamar a los buenos, sino para invitar a los pecadores a que se arrepientan. La Biblia Textual 3a Edicion No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. |
porque así dice el Alto y Excelso, Morador eterno, cuyo nombre es Santo: Yo moro en la altura sagrada, pero estoy con los de ánimo humilde y quebrantado, para reanimar a los humildes, para reanimar el corazón quebrantado.
Cuidado con mostrar desprecio a un pequeño de estos, porque les digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial'.
Vayan mejor a aprender lo que significa 'corazón quiero y no sacrificios'; porque no he venido a invitar a justos, sino a pecadores.
Es que sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia;
Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los sediciosos que habían matado a uno en la revuelta.
Jesús lo oyó y les dijo: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a invitar a justos, sino a pecadores.
Les digo que la misma alegría sienten los ángeles de Dios por un solo pecador que se enmienda.
Les digo que lo mismo pasa en el cielo; da más alegría un pecador que se enmienda, que noventa y nueve justos que no necesitan enmendarse.
Porque este Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.
y en su nombre se predicará el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Entonces le dijeron ellos: Los discípulos de Juan tienen sus ayunos frecuentes y sus rezos, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber.
Pues bien, Dios, pasando por alto aquellos tiempos de ignorancia, manda ahora a todos los hombres en todas partes que se enmienden;
Pedro les contestó: Arrepiéntanse, bautícense cada uno confesando que Jesús es Mesías para que se les perdonen los pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
instando lo mismo a judíos que a griegos a convertirse a Dios y a creer en nuestro Señor Jesús.
Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que se borren sus pecados;
Por ustedes en primer lugar suscitó Dios a su siervo y lo envió para que les trajera esa bendición, con tal que se aparten cada uno de sus pecados.
La diestra de Dios lo exaltó haciéndolo Jefe y Salvador, para concederle a Israel el arrepentimiento y el perdón de los pecados.
No retrasa el Señor lo que prometió, aunque algunos lo estimen retraso: es que tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, quiere que todos tengan tiempo para enmendarse.